La inseguridad en Santa Fe parece no tener freno. En la siesta del miércoles, a cara descubierta dos delincuentes irrumpieron en una panadería de barrio Candioti y robaron.
El hecho ocurrió en la siesta del miércoles en una sucursal de calle Alberdi al 4000. Todo quedó registrado en las cámaras de seguridad del local. La policía demoró 45 minutos en llegar al lugar.
La inseguridad en Santa Fe parece no tener freno. En la siesta del miércoles, a cara descubierta dos delincuentes irrumpieron en una panadería de barrio Candioti y robaron.
El hecho ocurrió a las 14 en una sucursal ubicada sobre calle Alberdi al 4000. Todo quedó registrado en las cámaras de seguridad del local. Como se ve en las imágenes, los ladrones actuaron con total libertad dentro del comercio, saltaron el mostrador y fueron hacia un sector trasero.
Este jueves por la mañana el responsable de la panadería habló con la prensa y dijo: “El método es el de siempre. Dos personas, una moto y muy rápido todo”.
“Que hayan saltado el mostrador ya es algo nuevo. A la empleada la llevaron para atrás para pedirle más plata. También le sacaron el celular de ella. Uno de ellos estaba armado, no se ve en el video pero lo vio la trabajadora”, agregó.
En ese sentido, el comerciante señaló: “A la clienta también le robaron. Le querían llevar la billetera y le terminó dando la plata que tenía”.
En otro tramo del contacto con la prensa, el damnificado comentó que los robos ocurren “a cualquier hora del día”. “No hay horarios. Los asaltos cuando estás abiertos, después te fuerzan la puerta a la noche. No hay manera de prevenirlo”, aportó.
El responsable de la panadería reconoció que ya perdieron la cuenta de cuántas veces sufrieron robos. “El último fue en octubre, también fue a mano armada y tuvo mucha repercusión y afortunadamente los detuvieron a uno de los asaltantes”, afirmó.
Al ser consultado sobre la presencia policial, el comerciante aseguró que “hay patrullaje, pero el tema es que son situaciones que duran un minuto y es imposible”.
Por último, el titular del comercio explicó que tras el robo “la empleada llamó al 911 y no vino la policía. Nos acercamos nosotros a la Seccional 3era y pasó que el 911 no había dado aviso entonces no sabían. Pasaron 45 minutos hasta que vinieron. Charlé con un oficial (en la comisaría) pero no tenían conocimiento de lo sucedido”.
“Se vé que para las autoridades la seguridad no es un problema importante porque cualquier cosa la tratan con más seriedad que la seguridad”, finalizó.