Ladrones perpetraron este martes por la noche un audaz golpe en una veterinaria de barrio Praderas, un loteo ubicado en la localidad de Ángel Gallardo que se extiende al sur y a lo largo de la avenida Los Quinteros.
Ladrones perpetraron este martes por la noche un audaz golpe en una veterinaria de barrio Praderas, un loteo ubicado en la localidad de Ángel Gallardo que se extiende al sur y a lo largo de la avenida Los Quinteros.
Pablo Beldoménico, propietario del negocio, se lamentó por cómo empeoró la seguridad en la zona durante los últimos años.
"Era tranquilo acá. No pasaba nada. A partir de que aumentaron las obras empezó a haber más delincuencia también. Primero fueron robos en construcciones. Todas sufrieron más de un hecho. Después, los casos ya fueron más bravos, con tipos metiéndose en domicilios con las familias adentro, durmiendo", relató el veterinario.
"Hicimos varias manifestaciones -agregó-, con bocinazos, ruizados… todo para llamar la atención. Hace un tiempo, arrancaron los asaltos en la calle, a mano armada. Es más, mientras estaban los malvivientes en mi comercio otros encañonaban muy cerca a un vecino al que le quitaron sus pertenencias".
Luego recordó que el año pasado los vecinos llegaron a organizarse para hacer turnos de vigilancia durante las noches en el barrio. "Fue en un momento en el que hubo una seguidilla de terror, pero ahora no se patrulla más. Es como que se está normalizando que haya delitos todos los días".
Pablo contó que durante la construcción de su local sufrieron cinco robos. "Después se había calmado la cosa, porque el negocio ya empezó a funcionar, tenía sistema de seguridad con alarma y cámaras. Además, en un departamento trasero vive la veterinaria que a su vez es empleada", puntualizó.
"Ayer (por el martes), poco después de las 20, la mujer se fue al gimnasio y no activó la alarma. Los ladrones quedaron grabados. Se los ve llegando por la vereda a eso de las 21.11. Eran tres personas. Sólo dos entraron a través de una obra en construcción lindera. Rompieron un alambrado. Lo arrancaron. Luego, se metieron al patio, descalzaron un barrote de la ventana del baño y así un flaquito pudo ingresar. Eran aproximadamente las 21.20. En las imágenes se lo ve revolviendo todo. En la pieza encontró el sueldo casi completo de la empleada. Además, le sacó anillos, una computadora, zapatillas, una mochila, auriculares… después fue para el negocio y agarró la plata que había dentro de la caja registradora y el teléfono celular. Entonces tuvo que escapar porque vio por la vidriera que regresaba la mujer en su moto", narró.
Los ladrones se fueron por el patio, pero para el lado opuesto al que llegaron. Ahí uno perdió la gorra y también se les cayó la mochila en donde habían guardado la notebook. Adentro había también un papel de la denuncia por extravío de un documento, a nombre de un hombre.
Beldoménico se mostró sorprendido por la buena respuesta policial. "Muy rápido llegaron varios patrulleros. Los ladrones nunca apagaron el celular, por lo que pudimos rastrearlos. Les íbamos indicando a los agentes por donde iba la señal. Los interceptaron a algunas cuadras, pero no los pudieron agarrar porque saltaron un alambrado y se dieron a la fuga por el campo. Por ahí dejaron tirado el celular. Lo encontramos unas horas más tarde", explicó.
"Lo más preocupante es la parte emocional de las consecuencias. Obvio que hay costos materiales que son difíciles de superar, aunque en este caso afortunadamente recuperamos parte de lo que habían robado, pero la veterinaria quedó afectada, con miedo. Reparamos las rejas, el alambrado… verificamos los sensores de la alarma. Pero la tranquilidad se perdió", concluyó.
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