Hace pocos días parecía que se festejaba la llegada anticipada de la primavera en "El Mirador", una zona de moda ubicada en la costanera alta de Paraná y también en la plaza Mujeres Entrerrianas (ex Hipódromo). Esto, sumado a las reuniones sociales clandestinas y al poco uso del barbijo/tapabocas pueden ser algunos de los motivos del crecimiento descontrolado de la curva de contagios de Covid-19 en esa ciudad, tan cercana a Santa Fe, y sin dudas son rasgos de un descontrol que se anunciaba hacia fines de junio cuando la curva de contagios empezó a crecer.
Difícil y cruel es señalar con el dedo o estigmatizar a una persona por ser portador del virus, pero lo cierto es que los contagios fueron dándose tras irresponsabilidades de los ciudadanos que se relajaron y obviaron la pandemia que se vive actualmente y que Paraná hoy está lejos de superarla.
El pasado viernes la situación epidemiológica de la Ciudad Paisaje pasó de transmisión por conglomerado a comunitaria, es por eso que ya "con el diario del lunes" y un promedio de 30 casos diarios, las autoridades municipales y provinciales cercaron durante el fin de semana los espacios públicos de gran aglomeración para que los paranaenses circulen de forma recreativa o deportiva, a pie o en bicicleta (lo que está permitido), pero sin dejar que haya paseos en autos ni que los ciudadanos se sienten a compartir mates en pleno Parque Urquiza, algo a lo que la ciudadanía hace caso omiso.
El relajamiento fue evidente en Paraná. Los ciudadanos se abusaron de las habilitaciones escalonadas dispuestas por el Estado municipal de diferentes actividades económicas y sociales para retornar a una nueva normalidad, pero con escasos cuidados.
Los números de contagios fueron en ascenso al mismo tiempo que la gente salió a las calles, o se reunían en casas, departamentos y también en quintas, para hacer asados o alguna que otra fiesta clandestina.
Hasta este martes, se informaron 31 casos en Paraná, se contabilizan 641 personas que tienen o tuvieron Covid-19 en la ciudad. Ante este brote y la declaración de circulación comunitaria, el gobierno entrerriano apeló a reforzar controles, pero sobre todo a la responsabilidad cívica y a evitar la circulación.
Multas a los que no usan tapabocas
En este sentido, desde este fin de semana la Municipalidad de Paraná comenzó a labrar multas a quienes circulan por la vía pública sin barbijo/tapabocas y los valores van de los $ 5.900 (100 unidades funcionales -UF-), hasta las 2.000 UF ($ 118.000).
Pablo Testa, Secretario Legal y Administrativo de la Municipalidad, explicó que "hay que mantener distanciamiento social, utilizar alcohol en gel y usar tapabocas que cubra la nariz, la boca y el mentón. Así lo establece el decreto que salió en junio. Es obligatorio usarlo en la calle", sostuvo.
Además, Testa explicó a El Once que "los agentes que realizan el control son inspectores de Habilitaciones y Control Urbano, que tienen su correspondiente habilitación. Tienen un código QR que cualquier ciudadano se lo puede pedir, verificarlo con su celular y lo manda a la página web del municipio donde el inspector está identificado con nombre y apellido. La multa no se cobra en el lugar. Ellos hacen el acta".