Un corondino hizo podio en el certamen de pesca de la Fiesta Nacional del Surubí en Goya
Es un hecho considerado histórico para los amantes de esta actividad. El equipo donde estuvo este pescador de Coronda obtuvo una pieza de más de un metro de longitud. Hubo 1.096 capturas, todo un récord. El reglamento indica que los peces deben ser devueltos con vida al río.
Embarcados: el equipo a bordo de la lancha en el Río, en Goya.
Coronda es una ciudad ribereña e isleña por naturaleza. El río homónimo baña la localidad y como si fuera poco a unos kilómetros hacia el sur la laguna que lleva exactamente el mismo nombre, complementa un ecosistema lleno de especies de aves, mamíferos y por supuesto, peces.
Los “ranchos de la isla” son construcciones que con permiso de los dueños de la zona insular, se han hecho históricamente desde hace muchos años aprovechando la larga extensión de islas e islotes, entre el Río Coronda y su llegada al Río Paraná, ya en cercanías de Diamante. Son casi 20 kilómetros de ancho por casi 5 de largo.
La pesca, por ende, es una de las actividades preferidas de los corondinos y no debe extrañar, aunque no sucede muy a menudo, que haya quienes se destaquen estas artes y más aún si hablamos de uno de los certámenes de pesca más importantes del país, donde muchos coterráneos suelen desembarcar.
En concurso
El que lo logró fue Mario Alberto Zabala, hace poco jubilado del Servicio Penitenciario como muchos, quien se destacó especialmente el pasado domingo en el concurso de pesca enmarcado en la tradicional Fiesta Nacional del Surubí, en Goya, Corrientes, al obtener junto a su equipo el sexto lugar en la general y tercero en su zona por pescar un ejemplar de esta especie, de gran tamaño.
Zabala muestra orgulloso la bandera y los trofeos obtenidos.
“La experiencia que tuve fue hermosa. Un año esperando este momento, mi compadre me invitó a Goya, se dio porque estoy jubilado, pude ir, y fue la primera vez que luego de pescar subí al podio. Hay gente que hace años que va y no lo consiguió” relató todavía muy contento.
Ese podio se logró en la zona 6 pero además Mario Zabala, junto a Andrés y Fabián Cassiraga, de la Barra Pesquera dentro de la agrupación Paraná Chamigo, de Goya, Corrientes, consiguieron el puesto 6 en la clasificación general y 3 en su zona por haber pescado un surubí de 1,10 de largo y 12 kilos de peso, apenas 16 centímetros más chica que la ganadora que llegó a medir 1,26 metros.
Miles de participantes
“La gente siempre estuvo muy cordial, la Barra Pesquera con la que competí es Paraná Chamigo, de Goya, con 5 lanchas, y en una de esas estaba yo con Andrés y Fabián Cassiraga, fue una gran experiencia, voy a volver sin dudas, porque la adrenalina que se siente es sensacional” ya que “estuvimos una hora y media saltando, hasta que llegamos a la zona 6, que fue la que nos correspondió para pescar. A las 20.50 del sábado capturamos el pez. Había en total 1.160 lanchas, con 3 pescadores cada una, casi 3500 personas pescando y conseguimos hacer podio, qué más puedo pedir” indicó orgulloso el ex empleado penitenciario quien agradeció a “Paco Giménez porque me trajo y a mi familia por el aguante de que venga hasta acá”.
Premios y recuerdos de un viaje inolvidable.
En cuanto a lo que fue el concurso, quien se llevó el premio individual fue Néstor Antonio Molo del equipo "Barra de Pesquera los Bogueros”, quien logró pescar un Surubí de 126 centímetros en la zona 4. En tanto que en manera grupal, el equipo 608 peña "Para qué te traje" se llevó el puesto número 1 con 10 piezas que sumaron 103,20 puntos.
Además, según indicaron desde la organización, se registraron 1096 capturas, una cifra histórica.
Si bien hay ambientalistas que critican esta práctica, la reglamentación indica que “el Fiscal de Zona podrá descalificar y no se considerarán válidas las piezas que no puedan devolverse con vida al momento de ser fiscalizadas, excepto que dicha autoridad considere que el pescador no pudo evitar que eso ocurra antes de su llegada acudiendo a su llamado; en este caso se podrá dar como válida la pieza y el puntaje y el fiscal la retirará, la que posteriormente será destinada a una institución de bien público” mientras que “es obligatorio el uso de la cuna de conservación u otro elemento que permita mantener con vida las piezas hasta su fiscalización y devolución”.
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