Un ataque de Rusia con misiles afectó instalaciones eléctricas en el centro y oeste de Ucrania el sábado, aumentando la presión sobre su debilitado sistema energético.
Los ataques orquestados por el Kremlin están debilitando progresivamente el sistema energético del país europeo.
Un ataque de Rusia con misiles afectó instalaciones eléctricas en el centro y oeste de Ucrania el sábado, aumentando la presión sobre su debilitado sistema energético.
Este fue el cuarto asalto a gran escala dirigido contra el sistema energético ucraniano desde el 22 de marzo, con misiles disparados por bombarderos estratégicos rusos.
DTEK, la mayor compañía eléctrica privada de Ucrania, informó que cuatro de sus seis centrales térmicas sufrieron daños. Equipos de rescate trabajaban para extinguir incendios en instalaciones energéticas de Leópolis e Ivano-Frankivsk, mientras en Krivói Rog, el suministro de agua corriente se interrumpió tras ataques en Dnipropetrovsk.
Las defensas aéreas ucranianas derribaron 21 de los 34 misiles lanzados. Rusia niega haber atacado a civiles pero afirma que el sistema energético ucraniano es un objetivo militar legítimo. En Járkov, un misil alcanzó un hospital, hiriendo a una mujer. Ucrania atacó refinerías de petróleo en Rusia.
Las pérdidas en la capacidad energética de Ucrania son severas. Maxin Timchenko de DTEK urgió a los aliados a proporcionar sistemas de defensa antiaérea más potentes.
Estados Unidos aprobó un paquete de ayuda para Ucrania y el Pentágono anunció la compra de armas por valor de 6.000 millones de dólares, incluyendo interceptores para el sistema de defensa antiaérea Patriot.
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