Mariana Miglianesi, la directora de Control de Vectores de la provincia de Santa Fe, explicó en diálogo con El Litoral por qué a pesar de las bajas temperaturas, seguimos encontrándonos mosquitos en nuestros hogares.
La directora de Control de Vectores de la provincia explicó las razones de este fenómeno, en diálogo con El Litoral.
Mariana Miglianesi, la directora de Control de Vectores de la provincia de Santa Fe, explicó en diálogo con El Litoral por qué a pesar de las bajas temperaturas, seguimos encontrándonos mosquitos en nuestros hogares.
“Esencialmente tiene que ver con que los mosquitos están refugiándose del frio, nada más y nada menos. El mosquito, a la intemperie, por debajo de 6 u 8 grados no sobrevive, en promedio” comenzó explicando la especialista. Y continuó: “Por eso lo que hace –el insecto- es buscar refugio ¿dónde? Probablemente lo más cerca nuestro posible, porque nosotros estamos en ambientes calefaccionados generalmente”.
Además, explicó que no hace falta contar con un calefactor para padecerlos: “Ya con estar en tu casa, aunque no prendas ni una estufa estas mucho más resguardado –que afuera- y no tenes 6 o 7 grados como las temperaturas mínimas que hubo la semana pasada. Así, el mosquito se va a resguardar, cuando vos abras la puerta va a estar en el galpón, en la cochera, refugiado en lugares donde la temperatura no le llegue y cuando vos abrís la puerta enseguida van a ingresar porque necesitan resguardarse”.
En cuanto a la sensación de que aparecen aún más que en verano, explicó que “como no está en otro lugar que no sea dentro de la casa, convivís mucho más con ellos y los ves mucho más cercanos. Ellos van a estar en el mismo ambiente por una cuestión de supervivencia”.
La directora también se refirió a la aparición de larvas: “El agua es moderadora de la temperatura, si afuera hacen 6 grados, en el agua hacen 10, por lo que las larvas se van a seguir criando y puede haber tandas de nacimientos de mosquitos en esta época cuando las temperaturas suben un poco” indicó.
Y finalizó: “Dentro del mismo día, el hecho de que haya mínimas de 8 grados, pero durante el día se alcancen temperaturas de 21 grados, levanta la media de la temperatura ambiental y hace que las larvas se sigan desarrollando”.