La empresa de base tecnológica santafesina T LAB está participando en un proyecto a escala global que seguramente marcará un hito: el envío de "supercomputadoras" al espacio, lo cual servirá para generar la comunicación del futuro, ese futuro que ya está aquí. En rigor, será la primera vez que una firma local participará de la industria espacial, en el marco de una idea gestada por un argentino que es uno de los "gurúes" tecnológicos de Silicon Valley, la meca de la innovación mundial: Diego Favarolo.
Un proyecto sin antecedentes en esta capital
De Santa Fe al "más allá": una empresa de la ciudad se lanza a la industria espacial
T LAB trabaja con el argentino Diego Favarolo, uno de los gurúes de Silicon Valley. Buscan crear una red integrada entre el espacio y las tecnologías terrestres a partir del envío de satélites con supercomputadoras, transmisores, receptores de comunicación y sensores, generando una constelación global de comunicaciones, procesamiento y otros servicios. El futuro ya está aquí.
Manuel Fabatía Parte del equipo de T LAB. La empresa tecnológica local se apresta para una experiencia inédita en la ciudad y la región. De izquierda a derecha: Javier Nescier, Diego Favarolo, Fabián Molinengo y Ricardo González Maurer. 20:55
El proyecto consiste en generar una red integrada entre el espacio y diferentes tecnologías terrestres (telecomunicaciones digitales, Inteligencia Artificial y robótica, entre otros). Los satélites estarán a unos 550 km. de distancia de la Tierra, en lo que se llama Low Earth Orbit (LEO). Ya ha sido enviada una de las primeras desde una base espacial de la India (ver video)
Y aquí entra T LAB, como "partner tecnológica" de Space AI, que es la compañía global creada por Favarolo y radicada en Silicon Valley. Hace varios años que vienen trabajando conjuntamente en soluciones de hardware y la idea es aumentar la cantidad de trabajo en toda la región. Pero ahora van "por la conquista del espacio".
"Nuestra perspectiva es la siguiente: primero, estamos entendiendo por primera vez en la historia, después de que se gestó internet, el nacimiento de una nueva red, que crea la NASA junto con la European Space Agence y con las agencias espaciales rusa, japonesa y otras 27 más. Hablamos de una nueva red en el espacio que se integra con las tecnologías que están aquí en la Tierra. Esta red llegará a contar con 300.000 dispositivos en muy pocos años", explica Diego Favarolo, en diálogo con El Litoral.
"Nos encontramos en un momento en el cual el espacio se integra a la Internet of Things (IoT) o "internet de las cosas" (ver aparte), y a vehículos autónomos, robots, etcétera", precisa el experto. Y la clave de todo pasa por respetar determinados estándares. En el caso del hardware, uno de los más importantes es el CubeSat, el nanosatélite líder en el segmento espacial. "Seguimos estando en una instancia temprana, pero en un momento donde todo esto se hace exponencial", añade.
Constelación de cómputos
La industria de las nuevas comunicaciones tiene dos unidades de negocios: el segmento espacial y el de la Tierra. El estándar CubeSat (que Favarolo muestra en una de las fotos de esta nota) está en una posición de liderazgo en el segmento espacial: "Sobre ese estándar, desarrollamos una serie de componentes que lo transforman en la plataforma más avanzada del momento: tenemos así supercomputadoras, Comunicación 5G y una serie de máquinas para poder hacer una constelación de cómputos y comunicaciones".
Con todo esto, lo que se lanzará es un gran data center (centro de procesamiento de datos) compuesto por un gran número de computadoras que ya estarán en el espacio dentro de los próximos dos años.
Con respecto al segundo segmento, "somos los primeros en usar el mismo estándar del espacio en la esfera terrestre. Aquí hablamos de la IoT, robots, comunicaciones, todo integrado con el espacio. Todas esas máquinas que usamos a diario (desde un smart TV hasta un celular) necesitan poder de cómputo y estar totalmente comunicadas. Entonces, aplicamos el estándar CubeSat en el segmento Tierra, y lo estamos uniendo e integrando con el segmento espacial", agregó.
A modo de ejemplo, Favaloro explica que "hoy se habla mucho del concepto 'nube'. Esta nube puede ser un data center dentro de, por ejemplo, un edificio. Son muchos servidores en un mismo edificio, pero eso no tiene nada de nube. Ahora bien, este nuevo ciclo de la computación sobre el que trabajamos implica que ese data center ahora estará distribuido gracias a esas 300 mil computadoras en el espacio que estarán dando vueltas alrededor de la Tierra".
Diego Favarolo muestra el estándar de hardware del espacio (CubeSat), el nanosatélite líder del segmento espacial. En 2013, el experto fue nominado como una de las "11 mentes más influyentes en todo el mundo en el área de tecnología".Foto: Manuel Fabatía.
Como "Volver al Futuro"
Ricardo González Maurer (41) comentó qué significó esto para T LAB: "Para nosotros es un gran desafío. Cuando empezamos con esto hace seis años, jamás nos imaginamos estar proyectando llegar al espacio. Veníamos desarrollando electrónica y tecnología, pero no imaginábamos llegar hasta acá. Hoy, las posibilidades que se abren hace que nos veamos desde otro lugar. Es como ver la película 'Volver al Futuro', pero no hay ficción: todo es real", bromea.
"Estamos muy ilusionados y contentos porque es un premio para el equipo que siempre le pone mucha garra. También porque la proyección es muy buena, la comunicación permanente con Silicon Valley y con otros centros de investigación e innovación hacen que aprendamos a una velocidad tremenda", agregó González Maurer.
Favarolo adelanta que se está en proceso de armar una pata de la compañía (Space AI) en la Argentina: "La estamos trayendo y sé que vamos a crecer fuerte en los próximos años con la incorporación de recursos humanos, junto con nuestros partners tecnológicos (como T LAB). Ya hay clientes de Estados Unidos, México, varios países de Europa, América latina y Argentina", concluye.
Sobre T LAB
T LAB es una empresa de innovación tecnológica enfocada en el desarrollo de dispositivos y sistemas, basados en "Internet Of Things" (IoT), es decir "internet de las cosas". Cuenta con implementaciones en diversas áreas como Energía, Movilidad, Agro y Salud, que buscan mejorar la calidad de vida de la gente, a través de un equipo de profesionales interdisciplinario y vinculaciones estratégicas con el sector científico tecnológico.
Quién es
Diego Favarolo (40) es argentino, nacido en Capital Federal, aunque su familia es de Rosario. Admite una "fuerte filiación" con la provincia de Santa Fe. Se formó en Economía, pero luego comenzó a estudiar todo lo relacionado con las tecnologías disruptivas, es decir, lo que "iba a pasar" en el mundo. Es lo que hacen los adelantados a su tiempo. Ingresó al programa de Singularity University en el 2011, eso hizo que se convenciera que su lugar en el mundo para armar su próxima compañía era en Sillicon Valley.
Fue el creador de Bumeran.com (una de los portales de trabajo más importantes del mundo), que llegó a conformar el top 10 de las empresas tecnológicas de Latam; en 2011, fue miembro de la segunda camada de la por entonces Singularity University. Además, impulsó un concurso que convocó a más de 7 mil ingenieros de todo el planeta para crear un cohete espacial en 3D.
En agosto de 2013, fue nominado por la World Technology Network como una de las "11 mentes más influyentes en el mundo de la tecnología", y una de las personas "que están creando el siglo XXI".
¿Y cómo es un día en Silicon Valley? "Es como un gran ecosistema de cerebros y de inversores, de compañías de tecnología, de gente que está delante de todo y que trata de crear cosas donde hay nada, de disrumpir. Hay muchos nerds de todo el mundo dando vueltas", bromea Favarolo.
Abrir barreras de acceso
-Este nuevo sistema integrado entre espacio y Tierra, ¿llegará a los países en vías de desarrollo, donde hay muchas falencias en el acceso a las comunicaciones, incluso en la adquisición de dispositivos con tecnología moderna?, preguntó El Litoral.
-González Maurer: Los sectores más aislados serán a los que más le servirán esta cuestión tecnológica. La comunicación satelital tiende a ser abierta, no hay un monopolio de comunicaciones. Entonces, esto equipara, abre barreras de acceso.
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