Ante la baja de Escobar por COVID, seguirá Piovi en el once titular de Eduardo Domínguez. La gran duda del "Barba" está en la ofensiva, donde Luis Miguel Rodríguez tiene su lugar asegurado. ¿Quién será el socio del "Pulga" en Santiago del Estero?.
Mauricio Garín Calidad insuperable. El tucumano Luis Miguel Rodríguez, mejorado físicamente y con ganas, es un jugador completo en todo sentido. Sin altura, es capaz de jugar como el mejor 9 y llevar peligro a cualquier defensa. Se ganó la camiseta entre los once.
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Si la música sólo fuera tucumana, el "Pulga" Luis Miguel Rodríguez podría cantar en Colón ese famoso "Cambia...todo cambia" de la inolvidable norteña Mercedes Sosa. "Cambia lo superficial, cambia también lo profundo. Cambia el modo de pensar, cambia todo en este mundo. Cambia el clima con los años, cambia el pastor su rebaño. Y así como todo cambia, que yo cambie no es extraño", reza la canción de la "Negra". Y es así con el "Pulga": logró cambiar todo adentro de la cancha: pasó de "suplente seguro" a titular indiscutido. Lo logró todo él, a los 35 años y en medio del peor parate (por la pandemia) para un jugador a esa edad.
Siempre agachó la cabeza y le metió para adelante. Aún sabiendo que el propio entrenador imaginaba un Colón rápido, con pressing asfixiante de los puntas; es decir un Colón "fresco", renovado y con menos promedio de edad. Por eso, sin dudas, arrancaron Tomás Chancalay y Wilson Morelo en Florencio Varela. Pero, desde el banco y entrando, armó su propia revolución: gol propio y pase-gol para un compañero.
Al otro partido, contra Independiente en Avellaneda, no arrancó pero el entrenador avisó: "No lo quería arriesgar, venía cargado físicamente el Pulga". Allí, sin dudas, en la fecha contra los santiagueños, todo el mundo recordó su calidad: vaselina, tres dedos y golazo de película en el Brigadier ante Central Córdoba. Allí, la paternidad de Chancalay, lo siguió dejando adentro.
Pero ante Independiente, ya teniendo a todos para elegir, el entrenador hizo justicia: lo dejó como titular y esta vez el que "descansó" fue el colombiano Wilson Morelo, que fue al banco. Una vez más, a pesar que no marcó, dejó en claro Luis Miguel Rodríguez su gran calidad técnica y su viveza para jugar a la pelota. Sin tener un estereotipo físico ni contextura para jugar de "9", punta-punta o centrodelantero (como le quieran poner), el nacido en Simoca demostró su jerarquía ante Independiente y si el arquero del rojo (figura) o los caños no hubieran aparecido, el "Pulga" volvía a marcar.
Ahora, de cara al partido con los santiagueños de este viernes a las 19.20, el interrogante del entrenador pasa por saber cómo armar el binomio de ataque, considerando que de mitad para atrás irán los mismos (sigue Piovi en reemplazo del aislado Escobar). Hoy, la frase en Colón vuelve a ser la misma antes del 9/11: "Es el Pulga Rodríguez y diez más". En realidad, el "10" de Simoca y otro más para intentar lastimar al equipo de Berti y asegurar el "1".
Si es por rendimiento, habría que buscar por el lado de Wilson Morelo (entró bien) o de Brian Fernández (hizo un golazo y va de menor a mayor), porque dio la sensación de "chance desperdiciada" de parte de un muy híbrido Tomás Chancalay.
Colón, cuyo plantel completo hoy se hisopó, viajará en el mediodía del jueves (luego de entrenar en el predio y almorzar en la pensión) en dos micros para esperar el partido en un hotel de la capital santiagueña. Va por el "1" de su zona este viernes a las 19.20 contra el "Ferroviario" Central Córdoba.