"Estamos viviendo una situación de cambio constante, pero no sabemos cuándo termina"
Flavio Raina Quedate en casa. Todavía se mantienen las medidas de restricción del contacto social, en una fase de distanciamiento social, sin reuniones afectivas.
Ir al trabajo, a la facultad o a la escuela, encontrarse con seres queridos, practicar un deporte, hacer un asado con amigas y amigos: la normalidad -digamos- o bien lo que entendíamos como esa forma de vida que se ajustaba a cierta norma o a características habituales o corrientes, ya no existe. Al menos, digamos, no existe como la conocíamos. Ahora todos hablan de la "nueva normalidad".
Es que el arribo de la pandemia por covid-19 cambió al mundo. Y en particular, en la ciudad, modificó las rutinas de todos. Primero, con las medidas de aislamiento; más tarde, con el distanciamiento social, lejos de los besos, los abrazos y las reuniones masivas. Con la incertidumbre de no saber cuándo vamos a poder volver a esas afectuosas formas de vincularnos con el otro.
El psiquiatra José Domínguez (M.P. 4882), quien preside la Asociación de Psiquiatras de Santa Fe, brinda su mirada al respecto.
-Se habla de "nueva normalidad", ahora bien ¿existe la normalidad? ¿Qué es? ¿Necesitamos entender lo que nos pasa para sentir que tenemos el dominio de nuestra vida, digamos?
-La Normalidad existe pero no tiene una única definición. Es un concepto muy amplio que va a variar según desde dónde se mire. Todo lo que se ajuste a una norma se supone que es normal; entonces un médico podrá diferenciar entre una persona sana y una enferma, un criminólogo podrá marcar diferencias entre un criminal y uno que no lo es, y yo, como especialista en el estudio de la personalidad, podría establecer una diferencia entre personalidad normal y anormal, teniendo en cuenta la adaptación al entorno y el manejo de las relaciones interpersonales.
-Y, en el mismo sentido, ¿existe entonces una "nueva normalidad"?
-Se habla de una "nueva normalidad" y todavía no se tiene claro en que consiste. Esto se debe a que estamos viviendo una situación de cambio constante, pero que no sabemos ni siquiera cuándo termina. Alguien, alguna vez, inventó el mate e impuso la costumbre de compartir chupando todos de una misma bombilla (eso en Argentina es normal, en otras culturas no). Del mismo modo, un día se nos ocurrió empezar a saludar con besos y abrazos, siendo que en algunos países orientales ni siquiera se extienden la mano. Hoy, a partir de las nuevas costumbres que trajo esta pandemia, todos hablamos de la nueva normalidad, a la que tendremos que adaptarnos.
Flavio Raina Psiquiatra. José Domínguez preside la Asociación Santafesina de Psiquiatras. Además es miembro del capítulo de Trastornos de Ansiedad de APSA, y director médico de Clínica Vitasur.
Psiquiatra. José Domínguez preside la Asociación Santafesina de Psiquiatras. Además es miembro del capítulo de Trastornos de Ansiedad de APSA, y director médico de Clínica Vitasur. Foto: Flavio Raina
Secuelas de la pandemia
-¿Notaron (los psiquiatras) que se hayan profundizado ciertas patologías de los pacientes por el encierro, y por lo que la pandemia generó colateralmente? ¿Hay patologías nuevas vinculadas a ello?
-Si, claro. Lo que más vemos en el consultorio son Trastornos de Ansiedad y Trastornos Depresivos (tanto casos nuevos, como exacerbaciones de pacientes que venían compensados). Los pacientes con TAG (trastorno de ansiedad generalizada) tienen como síntomas principales preocupación excesiva y pensamientos catastróficos. Por lo tanto, si tienen estos síntomas en condiciones normales, ante este contexto de pandemia que al prender la tv o la radio las noticias tienen que ver con las muertes del coronavirus, o con la inseguridad que se agrava o con la realidad económica que empeora día a día, no quedan dudas que el pronóstico empeorará.
Por otro lado, los pacientes depresivos que más allá del tratamiento se mantienen estables gracias a la contención familiar, desde que comenzó el confinamiento agravaron su estado anímico por la soledad que sienten y, secundario a ello, reaparecen los síntomas de desgano y desinterés.
-¿Hay una mayor demanda de atención de parte de la población?
-La demanda va en aumento, pero los números reales los tendremos el año próximo, donde veremos muchos casos de Trastorno por Estrés Postraumático, que son el resultado de las consecuencias que la pandemia va a dejar.
- Estamos "obligados" a vivir en un estado de "presente continuo", sin poder planificar a futuro unas vacaciones, un viaje, o un proyecto personal o de cualquier índole; atados al día a día de la pandemia... ¿cómo afecta esto en las personas?
-Si hay algo que nos afecta a todos, pero más que nada a nuestros pacientes ansiosos, es la intolerancia a la incertidumbre. Muchas personas vivencian las situaciones ambiguas o inciertas como estresantes y traumáticas. La intolerancia a la incertidumbre refleja la imposibilidad de situarnos de manera calma y racional frente a eventuales hechos conflictivos futuros, que escapan a la posibilidad de un control seguro sobre ellos. Las situaciones generadoras de inquietud no tienen por que ser, necesariamente, graves; justamente se puede tratar de un viaje, unas vacaciones o cualquier otro proyecto personal.
- Los psiquiatras, ¿se están capacitando para dar respuesta a la sociedad ante este nuevo escenario de la pandemia? En ese sentido, ¿por dónde pasan los debates profesionales hoy?
-Por suerte, la oferta académica que tenemos hoy nunca se ha visto. Todos los expertos del mundo dan conferencias gratuitas por Zoom a diario, y aprender de los mejores exponentes europeos y americanos (quienes comenzaron con este problema meses antes que nosotros) nos brindó herramientas esenciales para el manejo con nuestros pacientes.
"Veremos muchos casos de Trastorno por Estrés Postraumático, que son el resultado de las consecuencias que la pandemia va a dejar"
José Domínguez,
psiquiatra
Mónica Niel, presidenta del Colegio de Psicólogos: "Lo que se considera normal no es inmutable"
Flavio Raina Normalidad. El término remite a convenciones sociales que se dan en una cultura y tiempo determinados.
Normalidad. El término remite a convenciones sociales que se dan en una cultura y tiempo determinados. Foto: Flavio Raina
La psicóloga Mónica Niel (M.P. 4) también aportó su mirada respecto de la "normalidad" y la "nueva normalidad" en el contexto de pandemia por covid-19.
-¿Existe la normalidad? ¿Qué es?
-El término remite a convenciones sociales que se dan en una cultura y tiempo determinados. Lo que se considera normal no es inmutable y depende de distintos factores e intereses en juego. Puede tener connotaciones morales o simplemente remitir a lo habitual llamando anormal a lo extraordinario.
En el ámbito de la salud, ya Freud (Sigmund, considerado padre del psicoanálisis) al decirnos en "Psicopatología de la vida cotidiana" que los síntomas neuróticos tienen el mismo mecanismo que los chistes, los lapsus, o los sueños, debilita las fronteras entre lo normal y lo patológico. En este momento podemos ver cómo se ha avanzado en la línea de la despatologización en terrenos como la discapacidad y las diferencias sexuales, de la mano de importantes movimientos sociales; así como los representantes de los intereses económicos de los grandes laboratorios han logrado inventar trastornos en la infancia que les permitieron vender toneladas de metilfenidato, hoy finalmente prohibido por la O.M.S. (Organización Mundial de la Salud).
-¿Es adecuado hablar hoy, en este contexto de pandemia, de "nueva normalidad"?
-Parte del mensaje que se transmitió a la población desde los medios oficiales es justamente que ésta es una situación excepcional que requiere de medidas excepcionales. Al correr del tiempo nos hemos ido acostumbrando a tener algunos cuidados y hay quienes además comenzaron a hablar de que hay que aprender a convivir con el virus, y esto iría de la mano de la nueva normalidad. Por un lado, el paso del tiempo ha agudizado las contradicciones entre la necesidad de cuidado y las dificultades principalmente económicas que produce el aislamiento, y esto está en la base de las pujas por flexibilizarlo y hasta eliminarlo sin descontar el uso político que interesa a algunos hacer de ésto.
-¿Qué es lo que están viendo los psicólogos en la sociedad santafesina luego de todo este tiempo de pandemia?
-La pandemia generó en el conjunto de la población incertidumbre, angustia, ansiedad; reacciones esperables en el marco de la misma, así como en los sectores más vulnerables, agravamiento de los padecimientos previos. Estos se han visto aún más perjudicados por la falta de funcionamiento de dispositivos de atención comunitarios tanto por problemáticas sociales como de Salud Mental.
-¿Cómo hacemos para adaptar nuestras vidas a un presente continuo, sin posibilidad de planificar el futuro, ni proyectarse en distintas cuestiones de la vida, desde unas vacaciones hasta decisiones trascendentales?
-No es lo mismo si lo pensamos como una contingencia que en algún momento tendrá fin, por ejemplo, con la posibilidad de la vacuna, a que no lo hagamos. El presente continuo al que usted refiere remitiría más a la atemporalidad del trauma siendo la posibilidad de vislumbrar un futuro en el cual proyectar y proyectarnos en función del deseo imprescindible para el sostenimiento de la vida.