“El hecho está más acreditado que antes” aseguró Yanina Tolosa, la fiscal que, junto a Eric Fernández, está encargada de la investigación que pesa sobre Francisco Raúl Da Silva, Carlos Alberto Osuna y Axel Medina, quienes este jueves solicitaron una revisión de la prisión preventiva. El caso surgió a raíz de una serie de denuncias realizadas por una vecina de barrio Barranquitas, en las que describía cómo un grupo de hombres abusó de su hija, de 13 años, cuando entraron a la vivienda con la intención de robar.
Los imputados Osuna y Medina están representados por los abogados Martín Risso Patrón y Matías Pautasso; en tanto Da Silva es asistido por la dupla que integran los Dres. Juan y Leandro Aguilar. De los tres, Medina había quedado en libertad con alternativas, la cual le fue revocada luego de que, al cruzársela en la calle, amenazara a la víctima con violarla. Quien presidió la audiencia para la revisión de la prisión preventiva fue el juez Luis Octavio Silva.
A pesar de las garantías que ofrecieron los abogados defensores, el juez consideró que subsisten los riesgos procesales dado que las alternativas presentadas por las defensas no llegan a neutralizar la posibilidad de fuga y de entorpecimiento de la investigación, por lo que decidió mantener a los tres imputados tras las rejas. Y a diferencia de los planteos de la defensa, el Dr. Silva sostuvo que “sí hubo abuso gravemente ultrajante, metódico y para que la menor revele dónde estaba el dinero”.
El pasado 2 de noviembre de 2018, en horarios de la tarde, Osuna, Da Silva y Medina habrían ingresado a la vivienda, aprovechando que los adultos se habían ausentado momentáneamente, dejando a su hija de 13 años, a cargo de dos hermanitas, una de 3 años y la otra de tan solo 11 meses de edad.
Según el relato de la adolescente en cámara Gesell, los imputados ingresaron a su hogar y demandaron dinero, la golpearon y ataron a una silla en la que la manosearon y amedrentaron para que les dijera dónde estaba la plata, amenazándola con violarla. La menor también contó cómo Osuna descargó un arma y realizó un simulacro de ejecución sobre el cuerpito de la más pequeña de sus hermanas. Mientras, los otros revolvían la casa de la que, según se denunció, sustrajeron la suma de $ 55.000.
“Vení puto que la nena está linda”, es el mensaje de texto que recibió el padre de la víctima. Una vez que llegó a la casa, junto con la mamá de las nenas, se vio obligado a romper la puerta a patadas porque la habían trabado. Adentro se encontraron con una imagen espantosa: su hija de 13 años atada a una silla, amordazada y con la cabeza tapada. Luego de llevarla al hospital, hicieron la denuncia.
La defensa sostuvo que las declaraciones de los padres de las niñas, presentan contradicciones y alegaron que las denuncias de la madre tampoco se condicen con lo manifestado por su hija. El Dr. Risso Patrón sostuvo que “no existió delito, la denuncia es una represalia por un problema personal”, en referencia a que Da Silva y el padre de la joven se habrían enfrentado en una riña de gallos, de la que el primero habría resultado ganador, pero el segundo nunca pagó.
Desde la fiscalía alegaron que los padres de las niñas en sus declaraciones dan cuanta de los hechos sustancialmente y que “los detalles contradictorios son propios de una situación traumática”. También agregaron que no hay motivos para creer que se trate de una denuncia por venganza: “La menor fue evaluada por una psicóloga, quien confirmó que presenta un relato creíble”.
Además del abuso, los imputados están acusados por el robo a un jardín de infantes y amenazas a un vecino del barrio Pompeya, por lo que la fiscal Tolosa agregó que “estamos esperando para presentar una sola ampliación”, puesto que “hay muchas causas que los involucran”.