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El pedido surge a raíz de hechos de violencia que sufrieron las enfermeras del servicio de guardia. La respuesta del organismo de seguridad fue agregarle una hora más al agente que cuida el lugar. Disconformes con la medida, los trabajadores se declararon en estado de asamblea permanente.
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Como consecuencia de hechos de violencia ocurridos el pasado viernes, de los que fueron víctimas el personal del servicio de la guardia del Samco de San José de Rincón, este miércoles por la mañana los trabajadores del efector comenzaron una asamblea permanente y reclamaron mayor prevención por los sucesos de inseguridad que ocurren dentro del nosocomio. A pesar de la medida de fuerza, se garantiza la atención de guardias mínimas.
“Están viviendo situaciones de inseguridad que hacen que el trabajo no sea lo sano que tiene que ser, porque viven con el corazón en la boca sin saber qué va a pasar. Hace bastante venimos pidiendo una solución”, indicó Elsa Splendiani, delegada de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) Santa Fe, durante la medida de protesta que tuvo lugar frente al edificio -ubicado en calle Busaniche y San Martín-, y agregó: “Una hora más de policía en la puerta no soluciona nada. Estamos pidiendo 24 horas de presencia policial porque el centro de salud atiende todo el día”.
Esta extensión horaria del servicio de un uniformado, fue la decisión que tomaron desde el organismo de seguridad. “El lunes se acercó el comisario González, quien dijo que iba a estirar una hora más y el ingreso del policía sería de 22 a 6”, señaló la enfermera María Chazarreta, y resaltó que los efectivos, que previo a esta medida debían llegar a las 23, llegaban tarde y comenzaban su turno a la 0 hora.
La gota que rebasó el vaso
El pasado viernes, las enfermeras del servicio de guardia vivieron situaciones dramáticas. Chazarreta y Elsa Morales estaban de turno y relataron lo sucedido. “Llegó un chico con una herida de arma blanca en la pierna por una gresca con el primo, supuestamente. Cuando la doctora estaba atendiéndolo, haciendo la sutura pertinente, ingresan otros dos amigos que habían llegado con el paciente pidiendo ayuda porque había una patota afuera que los quería matar”, contó Chazarreta y detalló que decidió cerrar la puerta con llave, al no haber presencia policial. Según la enfermera, las personas que esperaban continuar con la pelea apuntaban con armas de fuego hacia el Samco. La situación se normalizó y no pasó a mayores luego del arribo de los patrulleros.
“Estamos todos desprotegidos; como trabajadores lo que pedimos es que el Estado nos proteja porque trabajamos intranquilos y nuestra forma de manifestarnos y de que nos escuchen es ésta (por la asamblea permanente). Hemos hecho notas, reuniones y hasta ahora no tenemos ninguna respuesta efectiva”, protestó Morales.