Bruschettas, carne, papas, mousse de postre y cerveza artesanal. Ése fue el menú con el que el gobernador Miguel Lifschitz, en su carácter de diputado provincial electo, reunió a los 28 futuros legisladores que lo acompañarán en la Cámara Baja desde el 11 de diciembre. Sólo hubo dos ausentes: Jimena Senn y Leonela Catalini.
Fue el actual mandatario el principal orador pero no el único; también hablaron referentes de cada una de las fuerzas que están contenidas en el Frente Progresista. Lo hicieron Gabriel Real por el PDP, Maximiliano Pullaro por la UCR y Ariel Bermúdez por CREO, entre otros.
Se trató del primer encuentro después de las elecciones del 16 de junio. En esos comicios, el Socialismo perdió la gobernación, aunque en la categoría Diputados, Lifschitz fue el candidato más votado y ello le permitió garantizar la mayoría automática de 28 legisladores. Pero serán oposición.
El gobernador dejó en claro que la rápida convocatoria -a sólo siete días de los comicios- pretende, justamente, demostrar una actitud de frente político activo, a pesar de la derrota y de las consecuentes catarsis, reproches y autocríticas. Una idea similar transmitió en la reunión de gabinete que también este lunes mantuvo por primera vez con su equipo después de las elecciones del 16 de junio. “Seguir adelante con la gestión, con ritmo y en la pública”, fue el mensaje transmitido.
La cena de anoche fue de camaradería y, en muchos casos, para que los electos se conocieran las caras. Media docena son actuales ministros del Poder Ejecutivo, pero otros tanto jóvenes que llegarán por primera vez al recinto. Hubo cortesía y gestos amenos, a la par de un fuerte mensaje político del gobernador saliente. Lifschitz tendrá un claro liderazgo en Diputados -y por qué no- en el Socialismo, y desde ese lugar, llamó a trabajar más que nunca como coalición, con espíritu frentista desde este nuevo rol de oposición, y fortaleciendo el trabajo con los referentes territoriales, sobre la base de las intendencias y comunas ganadas. “Hay que regenerar el Frente”, fue una de las ideas esbozadas.
La Cámara de Diputados intentará ser la génesis de un espacio político con los mismos aliados -los partidos que actualmente integran el Frente Progresista-, pero que deberá reconstruirse y repensar estrategias. Ésa es la pretensión; fortalecer un espacio político desde un bloque que intentará ser “homogéneo”, y consolidarse hacia 2021, cuando el calendario indique una nueva elección.
La futura bancada opositora funcionará, seguramente, como interbloque. Y sobre la base de su mayoría, tendrá la fortaleza de obligar al gobierno de Omar Perotti a “negociar”. Hoy, saben que deberán transitar un primer año que será “de gracia” para la nueva gestión, y de desazón y reconstrucción para el socialismo. Aseguran que no ejercerán, en términos generales, una oposición “hostil”, aunque advierten que ello se determinará en función de cada tema.
En su carácter de gobernador, Lifschitz pidió anoche -sobre todo a los legisladores que repetirán su mandato- transitar los seis meses que restan con un trabajo que permita la sanción de determinadas leyes. La de Educación será la prioritaria, aunque también se mencionaron la de Salud y la adhesión a la nueva ley nacional de accidentes de trabajo. Uno de los temas centrales hasta diciembre será, además, la sanción del Presupuesto 2020; un proyecto que elaborará la actual gestión pero ejecutará la próxima.
¿Y la reforma? Como en casi todas las reuniones que encaró durante su gestión el actual gobernador, la posible reforma de la Constitución provincial también emergió anoche en algún momento de la cena. El intento fracasó durante la actual administración y Lifschitz ya había dicho que impulsarla sería su principal motivación desde la banca. Ayer, el tema se abordó tangencialmente. Y si bien podría ser impulsada como iniciativa parlamentaria del Frente Progresista durante la próxima gestión, convinieron los comensales en aguardar conocer la postura y actitud del futuro gobernador. ¿Mantendrá Omar Perotti la idea de convocar a un plebiscito para que la ciudadanía se expida sobre la necesidad de la reforma? Es una de las preguntas que, en la cena de este lunes, nadie se atrevió a responder.