Inicialmente los guaraníes usaban una caña hueca con agujeritos es uno de sus extremos, para filtrar la yerba, es ese entonces las hojas eran de mayor tamaño lo q hacia q no llegara hasta la boca. Al pasar el tiempo y moler la yerba, se vieron en la necesita de colocar un filtro en un extremo para q la yerba no pase, los cuales llamaron kokos que significa junco o tejido trenzado fuerte. Hicieron pequeñas redes con vegetales que atrapaban los pedacitos de yerba y dejaban pasar el agua. Así los primeros tomadores de mate crearon los primeros utensilios para que la infusión llegara lo más pura posible a su boca. Después los guaraníes le asignaron un nombre: tacuapý que quiere decir caña con envoltorio o cuero.
Más tarde los conquistadores rebautizaron estas cañas como “bomba” y luego, bombilla.
Su diseño ha variado a lo largo del tiempo para hacerla más linda, confortable y también para evitar quemaduras.
En la actualidad existen infinidades de bombillas, tanto en materiales como en modelos, diseños. Artesanales o en serie, por más que varíen su estilo, estética y diseño, cumplen una primordial función, la de llevar la infusión desde el mate a la boca.
Las bombillas que recomendamos son las que están fabricadas con materiales nobles, la inversión se justifica, como la alpaca, el acero inoxidable, quirúrgico, plata, bañadas en oro o doble pico. Son más resistentes, soportan bien un uso diario e intensivo, no transmiten sabores extraños y tienen más vida útil.
Las bombillas de baja calidad pueden transferir restos de partículas al organismo como ser las que tienen baño de cianuro de cobre, niquelado o cromado. Además, se debe tener en cuenta la conductividad térmica del metal que deberá ser de buena calidad para mayor aislamiento térmico o el tomador terminará con los labios lastimados.
En cuando a la limpieza, las desmontables son más fáciles de limpiar y prácticas al momento de limpiarlas porque pueden desarmarse.
Pero es importante que el material sea bueno, porque con el tiempo pueden oxidarse y taparse.
Todas las bombillas tienen vida útil, al igual que los mates, recomendamos tener más de una e ir rotando su uso diariamente.
El Litoral Bombilla de alpaca uruguaya y bombilla de caña.
Bombilla de alpaca uruguaya y bombilla de caña. Foto: El Litoral
¿Cómo limpiamos nuestra bombilla?
Lavar la bombilla después de cada uso. Una vez al mes más o menos, realiza una limpieza profunda de la bombilla: colocar en un recipiente al fuego con agua y dejar hervir durante 30 minutos con dos cucharadas de bicarbonato. Retira la bombilla y deja sobre un paño limpio hasta q se enfríe. Con un cepillo limpia bombillas sacar del interior todas las partículas de yerba y sarro acumuladas, enjuagar con abundante agua (repetir este paso hasta que salga solo agua limpia de su interior) dejar en posición vertical hasta que se seque por completo antes guardar o usar nuevamente. Te vas a sorprender de lo que sale de allí adentro.
También se pueden agregar dos rodajas de limón al agua para facilitar el desprendimiento de la suciedad en su interior.
¿Cómo evitar que la bombilla se tape?
Cuando preparamos el mate, es fundamental mezclar bien la yerba: tapar el mate con la mano y sacudir enérgicamente para lograr una mezcla homogénea (no para sacar el polvo), sino para lograr que todos los componentes (palo, polvo y hojas) estén bien mezclados. Si no sacudimos bien la mezcla, es más probable que la bombilla se tape.
No es recomendable utilizar filtros en la bombilla y tampoco sacarle el polvo.
Cuando colocamos la bombilla en el mate tapar el pico con el dedo y así evitar q ingrese aire, y ésta se tape.