Tenían ganas de encontrarse y se notó

Javier Díaz / Juan Carlos Haberkon

(Enviado especial a San Carlos Centro)

Tenían ganas de encontrarse y se notó. Se notó en la intensidad con la que jugaron, en el esfuerzo que le pusieron a cada pelota y en la pasión con la que se entregaron hasta lo último cada uno de los protagonistas, para animar un clásico que adentro de la cancha estuvo por encima de las expectativas, que eran enormes dicho sea de paso.

Acorde al espectacular marco que se armó con los cuatro sectores poblados por una inmensidad de público —cuyo comportamiento fue ejemplar antes, durante y después del encuentro—, hubo un partidazo en el Rogelio Fedele, nombre con el que se conoce al estadio del rojinegro sancarlino.

Argentino, tal vez algo más suelto desde el comienzo, tomó la iniciativa y salió a marcar presencia en territorio rival. Empujado por la claridad de Canavese, comenzó a preocupar fundamentalmente atacando por el sector derecho, lugar en el que se volcó desde el inicio el ex El Quillá y por donde no se cansó de desbordar Matías Martínez.

Sin embargo, la primera jugada de peligro fue para el local, cuyas usinas de fútbol fueron el hábil Ronald Garuti y el criterioso Germán Grenón. Precisamente éste envió un tiro libre bombeado al segundo palo y Maxi Yost apareció libre de marca para empalmar un remate que le salió a la posición del atento arquero Luis Leiva, que contuvo sin problemas.

En la respuesta, Argentino, que se había mostrado más ambicioso, abrió el marcador. Canavese llegó al fondo por la derecha y envió un centro bajo para Cenci, que dominó de espaldas al arco y sacó una mediavuelta letal para dejar sin posibilidades a Nahuel Ambort. Delirio de la parcialidad visitante y primer gol en un clásico sancarlino después de más de medio siglo.

Central sintió el impacto y casi paga caro una distracción en la siguiente jugada, porque Canalis —el socio ideal que tuvo el goleador durante toda la primera mitad— le cedió una pelota al corazón del área y el “9” esta vez no pudo con Ambort, que tapó con su pie lo que hubiera sido el segundo tanto.

Cuando se sobrepuso, Central comenzó a manejar la pelota y se adelantó en el campo. Y no tardó en inquietar al fondo rival, otra vez con una pelota detenida. Esta vez el santotomesino Grenón buscó la cabeza de Lorenzo Ceballos, que impactó desviado.

En la jugada siguiente, Federico Sola tomó la pelota por la izquierda, se jugó la personal, encaró hacia el centro y remató de derecha un disparo rasante que se metió junto al palo derecho, inatajable para Leiva.

La alegría del empate le duró poco al local, porque de inmediato Canalis sacudió el arco de Ambort con un fuerte tiro que se estrelló en un caño y después Matías Martínez volvió a adelantar a la visita, por medio de un remate de más de 30 metros que se metió en un rincón.

Central fue en busca del empate, liderado por el revulsivo Garuti, a quien Argentino no encontraba cómo marcar, pero que muchas veces sufría la falta de compañía en la creación. El “Tino” se cerró bien y aguantó sin sobresaltos hasta el descanso.

Toda la intensidad que pusieron en los primeros 45 minutos hizo mella en el físico de los jugadores para el complemento. Bajó el ritmo pero Central se hizo cargo de la responsabilidad de ir a buscar el empate. Entonces el partido se fue jugando cada vez más en terreno de Argentino, que pareció sentirse cómodo en el plan de esperar bien armado atrás y salir de contragolpe o buscar con envíos largos a un Cenci que hizo un desgaste enorme aguantando casi todo lo que le tiraron.

De hecho, aunque la pelota era propiedad del local, la visita avisó primero, con un remate de Canalis que se fue muy cerca del arco custodiado por Ambort, que parecía tener todo controlado de igual manera.

La única polémica de la tarde llegó pasado el cuarto de hora y permitió el empate “sabalero”. Grenón ejecutó un tiro libre a la altura de la medialuna que dio en la barrera y Boxler observó una mano discutida por todo Argentino. A pesar de las protestas, el árbitro se mantuvo en su decisión de sancionar penal y el propio Grenón lo cambió por gol con una ejecución segura, a la izquierda del arquero que también eligió ese lado pero no alcanzó a desviarla.

Fue una de las pocas emociones fuertes que tuvo el complemento. Con el correr de los minutos los dos se cuidaron más de cometer algún error que le permitiera llevarse todo al rival que de buscar el arco contrario. En ese contexto, Central pudo haber complicado con una contra que el asistente número 1 (Rodrigo Vidal) impidió por un supuesto fuera de juego que resultó dudoso y Canavese pudo haberle dado la victoria a la visita con un cabezazo que se fue por encima del travesaño.

En definitiva el encuentro terminó igualado y la llave quedó por resolverse. Para eso habrá que aguardar una semana más, hasta que ambos equipos se vuelvan a ver las caras en el desquite, esta vez en cancha de Argentino.