El Litoral / [email protected]
Los analistas atribuyeron la situación a la falta de definiciones políticas que existe con respecto a las elecciones presidenciales de octubre próximo y a los inconvenientes que enfrenta la economía local.
El Litoral / [email protected]
Los inversores locales, y sobre todo internacionales, salieron masivamente de los acciones y bonos, haciendo añicos sus cotizaciones, y tanto el riesgo país como los seguros contra default, se dispararon y parecen no tener techo.
Esto es consecuencia lógica de que los tiempos se aceleran por la incertidumbre política que generan las elecciones y las preocupaciones por la economía local que complican aún más el panorama para los activos argentinos.
En ese marco, el dólar mayorista escaló 3,7% a $ 43,95, su récord histórico nominal, por mayor demanda por cobertura, y una simétrica escasez de la oferta. También es cierto que la situación se agravó por un mal día en los mercados emergentes: en Brasil, por ejemplo, la divisa de EEUU subió 1,7%.
Lo realmente preocupante, según dicen en las mesas, es que se suponía que en abril el dólar iba estar más tranquilo porque llegaban las agrodivisas, con el refuerzo de las subastas del Tesoro. Por este motivo, esta suba es “estacionalmente preocupante”.
“Si con temporada alta de exportaciones, tasa de interés de Política monetaria (Leliq) cerca del 70% y elecciones (aún) lejos estamos así, ¿qué nos esperará en julio?”, se preguntan.
Casualidades o no, un operador recordaba que justamente esta semana se cumple un año del comienzo de la crisis cambiaria de 2018.
El analista Christian Buteler indicó a ámbito. que “hay una salida brutal de activos argentinos. Se colocó mucha deuda durante los dos primeros años de gestión (de Cambiemos), y hoy no existe un mercado que pueda absorber esa salida”, subrayó.
El riesgo país saltaba 12% hasta los 962 puntos básicos (nuevo máximo en 5 años), y los títulos nominados en dólares, como el Bonar 2024, sufrieron caídas de hasta 6,2%, y ya rinden hasta casi 20% anual.
A la par, la bolsa porteña derrapó casi 4%, y borró así las ganancias (leves) anuales en pesos, mientras que las acciones argentinas en Wall Street se hundieron hasta 13,7%.
“Siguen las fuertes e indiscriminadas ventas de activos argentinos, principalmente del exterior, lo que impulsa al riesgo país, a raíz de las preocupaciones económicas y la extrema incertidumbre política”, afirmó el economista Gustavo Ber.
Entre las primeras, analistas destacan que las últimas medidas anunciadas por el Gobierno para intentar frenar la inflación y reactivar el consumo no generaron ninguna señal positiva en los mercados.
“Todas las medidas que anuncia el Gobierno ninguna va en línea con bajar la incertidumbre y la preocupación que hay, que es que se acaben los dólares del FMI a partir de diciembre, y no se sepa con qué se van a pagar los vencimientos de deuda”, enfatizó Buteler. “Todo se aceleró con las medidas de corte populista anunciadas por el Gobierno nacional y Provincial (congelamiento de precios y tarifas, descuentos en supermercados, etc.)”, sostuvo.
Los inversores se preguntan: “¿Para qué esperar a salir?. Vendo ahora y punto” dicen.
Superávit comercial
El intercambio comercial durante marzo dejó un superávit de u$ s 1.183 millones y revirtió el resultado negativo de u$ s 554 millones de igual mes del año pasado, informó el Indec.
Durante marzo las exportaciones sumaron u$ s 5.136 millones, 5% menos que el año pasado, pero las importaciones alcanzaron u$ s 3.953 millones, con un retroceso de 33% interanual.
Con este resultado, el primer trimestre del año arrojó un superávit de US$ 2.016 millones, lo que revirtió el resultado negativo de US$ 2.373 millones de enero-marzo del año pasado.
Durante marzo, la facturación por las exportaciones disminuyó 5% respecto del mismo mes de 2018, al sumar US$ 5.136 millones.
Esto se debió principalmente a que los precios cayeron 5,2%, lo cual no pudo ser compensado por un aumento del 0,3% en las cantidades vendidas.
El valor de las exportaciones de productos primarios descendió 0,7% de manera interanual para sumar US$ 1.316 millones como producto de una baja del 1,6% en los precios y a pesar de un aumento del 0,9% en las cantidades.
Las ventas de Manufactura de Origen Agropecuario (MOA) disminuyeron 8,9%; a US$ 1.797 millones, con precios 12,1% por debajo de los de marzo del año pasado y las cantidades aumentaron 3,6%.
En el caso de las exportaciones de Manufacturas de Origen Industrial (MOI) la facturación cayó 6,5%, a US$ 1.594 millones, por una reducción de 2,3% en los precios y de 4,3% en las cantidades.
En tanto las exportaciones de combustibles y energía aumentaron 6,4% para sumar US$ 384 millones debido a un alza del 2,2% en los precios y del 4,3% en las cantidades.
La caída en las importaciones estuvo directamente relacionado con el menor nivel de actividad económica. La facturación por la compra de bienes de capital bajó 46%, con una merma del 37% en las cantidades y del 24% en los precios, la de bienes intermedios 21% y piezas y accesorios para bienes de capital 36%, entre otros.
En tanto, el intercambio con el Mercosur, principal socio comercial de Argentina, arrojó, en marzo, un saldo negativo de US$ 42 millones. Las exportaciones alcanzaron 1.073 millones de dólares, 17,7% inferiores a las de marzo de 2018.