Un tal Lito, el "héroe" anónimo que fue elegido vecino ejemplar por sus valores

“Lito” Tauber, que en realidad se llama Ramón Martín, nunca salió en la tele. No tiene Facebook y seguramente la palabra Youtubers (esos nuevos “modelos” a seguir en la posmodernidad) le sonará a un idioma remoto. Lo único que hizo “Lito” en su querida Santa Rosa de Lima fue ser un buen tipo, en todas las dimensiones —social, cultural y espiritual— de una persona. Trabajó años por el bien de una escuelita de fútbol sin esperar nada a cambio, y hoy se acerca, siempre que el cuerpo lo deja (tiene poco más de 70 años), a preguntar si necesitan algo en un centro del barrio donde dan copa de leche. Ahí se queda tomando unos mates y charlando.

Tauber fue elegido “Vecino Ejemplar” —así, con mayúsculas— por el Movimiento Mahatma Gandhi de la ciudad. ¿Cómo fue elegido? Mediante una votación por mayoría entre vecinos de Santa Rosa, a través de las redes sociales. Para esa distinción de honor no se tuvo en cuenta si los “competidores” —que eran otros dos vecinos del barrio— fueron “exitosos” en algo, no: los parámetros para ser un vecino ejemplar, según esa asociación civil, son los valores: la bondad, la empatía hacia el prójimo, la solidaridad, la filantropía, la paz y la armonía hacia uno mismo y el resto.

Fue la primera experiencia exitosa del Programa Vecino Ejemplar que impulsa la asociación, y recibió una declaración de interés por el Concejo Municipal. En la última sesión del Legislativo local, Tauber sólo dio una breves palabras, modesto y humilde nomás: “Muchas gracias a todos los que están acá”. Y se emocionó y lo aplaudieron: además de los concejales, estaban algunos vecinos acompañando el acto de reconocimiento.

Cómo surgió todo

La génesis del Programa Vecino Ejemplar nació de una concepción sociocultural, poliética y espiritual que impulsa el Movimiento local Mahatma Gandhi. “Se nos ocurrió la idea de este programa para valorar a aquellas personas que no son tan reconocidas públicamente, como sí lo son aquellas que pertenecen a un grupo político, por ejemplo. Se trata de reconocer aquellas personas ‘anónimas’ que pasan desapercibidas, pero cuya contribución a la sociedad en la que viven es muy valiosa”, le cuenta a El Litoral Luciano Rossi, referente de esa asociación civil.

Hace 40 años que Tauber vive en Santa Rosa de Lima. “Primero colaboró en una escuelita de fútbol, unos 10 años. Después trabajó en una distribuidora de gas y era un empleado correctísimo, honesto. Hoy allí funciona una copa de leche y comedor, y nos visita seguido. Además tiene una familia, esposa e hijos; ellos lo reconocen como una persona muy humilde, de pura bondad. Y los vecinos se expresan sobre él en el mismo sentido. Esos son los atributos humanos que queremos ponderar. En el barrio hay muchos de estos valores, pese las conflictividades, por la violencia, la presencia de narcotraficantes y a las vulnerabilidades sociales”, agrega.

La votación

Desde la asociación civil hicieron una votación con los vecinos de Santa Rosa. “Lanzamos una convocatoria por la red social Instagram, hace un mes. Había otros dos nombres, pero el más nombrado era él. Es importante además que muchas personas que se ven reflejadas en los valores de ‘Lito’, la idea de vecino ejemplar les sirva como aliento para que sigan en el camino de esos buenos valores. Esto es lo que construye ciudadanía: ésos son los verdaderos modelos a seguir”, resalta Rossi.

Es bueno que una persona deje sus intereses de lado para sacrificarse por otros. “Y ése es el mensaje que queremos llevar a la sociedad en general. Es simplemente un mensaje de paz, de cooperación, de convivencia ciudadana en donde todos ganamos. Nosotros planteamos como movimiento una forma más cooperativa de hacer las cosas: pensar en sistemas políticos, sociales, educativos donde el que realmente quiera hacer algo por el otro no tenga la necesidad de competir: que simplemente haga algo por el otro”, deja en claro el referente.

Visión global sobre el medio ambiente

Rossi explica que dentro de la asociación moviliza mucho lo que se le viene a la humanidad: “En cinco, diez o 50 años quizás nos demos ‘la cabeza contra la pared’. No podemos seguir destruyendo el mundo y los valores más esenciales de todo sujeto de esta manera. Entonces, desde este puntito del planeta que es la ciudad de Santa Fe, planteamos una forma distinta de distribución de los recursos económicos y naturales”, sienta posición.

“Si queremos un cambio verdadero —añade Rossi—, debemos pensar una transformación en los niveles distributivos y de los recursos que nos da la región. Y claro, empezar a discutir estas cuestiones como sociedad. Pero no es necesario competir con nadie, porque en esto, o nos hundimos o nos salvamos todos, sobre todo en materia de cuidado del medio ambiente. Entonces, lo que buscamos es ampliar conciencias, y pensar en que ‘si el otro está mal, yo también estoy mal’: hay que salir del sálvese quien pueda”, cierra.

Sobre el Movimiento

“Somos un movimiento no tradicional, ya que nos centramos en la idea de los valores humanos. Entre lo político no partidario y lo espiritual, intentamos encontrar una unión en el sacrificio por el otro”, explica Rossi. “No creemos en los reconocimientos que se dan en masa, esto pasa mucho en la sociedad civil. El exitismo manda y para nosotros, debiera ser todo lo contrario: lo que realmente importa son los valores más simples y esenciales de un sujeto”. La asociación civil es “sociocultural, poliética y espiritual. De esta forma trabajamos sobre tres aspectos fundamentales: el cuerpo, la mente y el alma como ejes de esa transformación social a la que apuntamos”.

Declaración de interés

El Concejo declaró de su interés la creación del Programa Vecino Ejemplar lanzado por el Movimiento Mahatma Gandhi de la ciudad. En los fundamentos del proyecto, se explica que la asociación civil tiene como principal objetivo “la formación de referentes comunitarios a partir de un despertar de la conciencia, que transforme a la persona para que ella pueda transformar la comunidad”. El Programa Vecino Ejemplar busca “destacar al vecino que, a pesar de su rutina diaria, todavía tiene ganas de aportar a su barrio, respetando las normas básicas de convivencia y promoviendo una coexistencia sana con el resto de sus vecinos, con acciones de solidaridad y cariño. Vecinos que promuevan el respeto, la armonía, la paz, la solidaridad y el bienestar de todos los demás con el ejemplo de comportamiento. Las buenas acciones hay que promoverlas y reconocerlas, como también a las personas que hacen de ello un estilo de vida”.