Raúl Emilio Acosta
Raúl Emilio Acosta
Las recientes declaraciones del señor gobernador, Roberto Miguel Lifschitz, son tan claras que reproducirlas define posiciones, absuelve y condena. Ha dicho lo siguiente: “A nivel provincial claramente hay dos candidatos con alguna chance de gobernar Santa Fe: uno es el candidato del Frente Progresista, Antonio Bonfatti. El otro es el candidato del Partido Justicialista, Omar Perotti. Los demás candidatos no tienen chances de competir seriamente por la gobernación”.
Me siento orgulloso de ser parte de un territorio donde todos expresan su opinión sin cortapisas. El Gobernador, que también es candidato, opina libremente sobre lo que corresponde, política partidaria, elecciones, mandatos, candidatos. Amores.
Definiciones que tranquilizan
La primera tranquilidad, después de las rotundas definiciones del gobernador, es para las aspiraciones de Antonio Bonfatti, Lifschitz lo avala totalmente. No son amigos. El partido tiene como titular al diputado y candidato. El socialismo (PSP) no se ha expresado, oficialmente, apoyando las reuniones políticas en las que Lifschitz se ha reunido con Roberto Lavagna y con Juan Schiaretti hablando, en los dos casos, de política nacional.
Lifschitz es parte de un entramado nacional y lo es en su carácter de figura política por fuera del peronismo. Sería bueno que los cuadros socialistas y su presidente, avalen los actos públicos de Lifschitz, es el socialista con mas alto cargo público en la República Argentina. Sería bueno y necesario. Lifschitz ha dicho que con Perotti se vuelve a viejas prácticas, específicamente ha dicho: “es un rejunte de dirigentes de distintas posiciones, donde el kirchnerismo tiene un pacto que ha hecho con Omar Perotti no sabemos a cambio de qué, seguramente para condicionar el voto del senador Perotti en relación al desafuero de la expresidenta (Cristina Fernández de Kirchner)”... Si no se entiende convendría leer de nuevo la cita textual.
Ante la encendida defensa de Lifschitz a Bonfatti el paso siguiente es que éste, Antonio Bonfatti, avale pública y expresamente los actos políticos del gobernador como parte de un proyecto donde no tiene una participación gestual, sino definitoria.
Más claro: no se lee en lado alguno que Bonfatti sostenga la posición de Lifschitz en el armado de un frente electoral “Sin-Sin” (Sin Macri y Sin Cristina). Tal vez precisemos esa declaración para sentirnos aliviados. Una declaración rotunda
Cuestiones personales
La existencia de un libro (“La señora Presidente”) que reunía mis notas en oposición a CFK me exime de fijar posición sobre el tema “Sin-Sin”, que otros redefinen como “Ni-Ni” pero el almanaque no hace bromas, no se estira ni retrocede.
Es difícil, para el total del peronismo santafesino, enojarse con Lifschitz y la más formidable jugada política de esta elección provincial. Su cercanía conceptual con Lavagna. Reitero: conceptual. Ninguno pasa por niño o inocente. Se reúnen porque piensan parecido.
Lifschitz encontró un modo de estar en el plano nacional sin desfigurar su rostro, su presente y su pasado. Todo ganancia.
Lavagna encontró un progresista que le reunió a Alejandro Katz, Tenembaum y Beatriz Sarlo, por citar sólo tres nombres, que no suman muchos votos pero aportan el mejor relumbre, el barniz intelectual progresista que Lifschitz garantiza. Todo ganancia.
Que en la lista de Schiaretti (Juan, Gobernador de Córdoba, va por la reelección ya, ya mismo, ahora, en mayo) para las diputaciones aparezcan en lugares expectables nombres del socialismo y el GEN (Margarita Stolbizer) termina por sostener una alianza a la luz del día. Todo ganancia.
Hay un peronismo y un progresismo que salen juntos de milonga electoral pero, por cuestiones personales, tengo una pregunta.
Resuelta la elección cordobesa en Mayo y la santafesina en el 16 de Junio para fin de ese mes (momento de inscripción de nombres y alianzas para las PASO de Agosto y las Generales de octubre) pregunta, pregunta, pregunta... ¿si gana Bonfatti, bancará la alianza con el peronismo que explicitó el Gobernador ?
Muchos peronistas verían esto con buenos ojos y se encolumnarían (me tienta la primera del plural, nos encolumnaríamos)... y la contra pregunta ¿No sería una jugarreta si, pasado el 16 de junio, todo se convierte en una jugada, lo dicho, jugarreta, para coagular al peronismo...?
Alta política
Desde que Binner eligiera a la Dra. Tessio contrariando al partido radical que quería a Fascendini y obligara así, claramente, a entender quien mandaba.
Desde que el mismo Binner se negase a firmar los contratos para los acueductos con las empresas que sugería Julio de Vido. Eliminando la corruptela K en la provincia.
Desde el juicio ante la CSJ por fondos coparticipables robados por el grupo K al pueblo santafesino.
Desde entonces, no aparecieron jugadas políticas de alto vuelo y repercusión más allá del facto. La jugada “Lifschiz al frente”, que completan Schiaretti y Lavagna ha logrado, hasta ahora, coagular al peronismo (¿cómo comportarse con un gobernador que le sonríe a un sector del peronismo y charla con alguien tan absolutamente peronista como su par, Schiaretti?).
Si algún moño le faltaba a la alta estrategia, ese fue mandar al trasto a José Corral y la Señora Bielsa que no es artilugio mínimo.
Toda acción tiene su reacción y ya habrá tiempo para ocuparse de las mismas, si es que el peronismo reacciona y el radicalismo de Cambiemos también, pero con la espalda llena de encuestas que dicen que sus números son mejores que los que pueden mostrar cualquiera de los mencionados como candidatos, y mucho mejor que el porcentual de los olvidados, está claro que el número uno de la provincia dice que sólo hay dos que pueden remplazarlo. El sabrá por qué lo dijo. Queda como valor ponderable su absoluta falta de hipocresía. Lo pensaba. Lo cree así. Lo dijo. Punto.
Es difícil, para el total del peronismo santafesino, enojarse con Lifschitz y la más formidable jugada política de esta elección provincial. Su cercanía conceptual con Lavagna. Reitero: conceptual. Ninguno pasa por niño o inocente. Se reúnen porque piensan parecido.
Que en la lista de Schiaretti (Juan, Gobernador de Córdoba, va por la reelección ya, ya mismo, ahora, en mayo) para las diputaciones aparezcan en lugares expectables nombres del socialismo y el GEN (Margarita Stolbizer) termina por sostener una alianza a la luz del día. Todo ganancia.