La láctea Verónica, con sede central en la localidad de Lehmann, cerca de Rafaela, en el corazón de la cuenca lechera santafesina, y dos plantas industriales más en Suardi (noroeste) y Classon (al sur), todas en este territorio, solicitó ingresar a un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC). “Pero por el momento no se ha hablado del cierre de la planta. Eso le dijeron los empresarios a la ministra de la Producción, Alicia Ciciliani”, le confió a este diario el senador por el departamento San Cristóbal, Felipe Michlig, quien mantuvo una reunión con la funcionaria, acompañado por el intendente de Suardi, Hugo Boscarol. “Eso nos da tranquilidad”, explicó el legislador.
Ciciliani comentó que mantiene permanente comunicación con los directivos de la firma. “Estamos preocupados y ocupados del tema para ver cómo sobrellevamos la situación durante estos meses”, aseguró.
Dijo que, en parte, la crisis se debe a la baja producción. “Se debe a la baja de los precios y las variables climáticas, que han hecho que los animales no estén bien alimentados para producir lo necesario. Creemos que esta situación se va a revertir en agosto o septiembre”, indicó.
Lo que hoy sucede con Verónica, más allá de la crisis económica y la baja del consumo, es un factor común de todas las empresas lácteas nacionales, como dieron cuenta los casos de SanCor, La Suipachense o Ilolay. En todos los casos, sostener el plantel de empleados se transformó en uno de sus mayores escollos. La compañía de capitales nacionales, fundada en 1923, emplea en la actualidad, en forma directa, a unas 600 personas en las tres plantas.
“Estamos haciendo todos los esfuerzos necesarios por todo el sector lácteo para que no se pierda un solo puesto de trabajo y, en este caso de Verónica, la empresa pueda recuperar su capacidad de producción”, remarcó Michlig.
El lunes pasado, durante una reunión en el Ministerio de Trabajo de Santa Fe en Rosario, el gremio se opuso al procedimiento de crisis requerido por Verónica. Adujo que “sin información clara hacia los trabajadores, en este mes de marzo se habrían presentado los primeros papeles para acceder a los beneficios que presta la ley laboral para encaminar empresas con situaciones financieras complicadas, sin caer en la quiebra y para poder recomponerlas”.
Según fuentes gremiales, en dicha reunión la empresa no presentó un balance al día de la firma, sino que se dio un somero detalle financiero, aludiendo a irregularidades que hacen a dos años de pago de salarios en cuotas y mayores complicaciones en tiempos de aguinaldos. Además se remarcó que Verónica tiene un acumulado de deuda en cuanto a aportes sindicales, e incluso previsionales. El gremio pidió también que en un próximo encuentro, pactado para este lunes, en el mismo lugar, se presenten los papeles de Las Becerras SA, una empresa alternativa a través de la cual se habría desdoblado capital, se habría desfinanciado a Verónica y generado una fuga de capital al exterior.
Tenés que leerAtilra cuestionó el manejo empresario de VerónicaVerónica produce para el mercado argentino leches larga vida, chocolatadas, leche en polvo, dulce de leche, manteca, crema de leche y quesos untables. También tiene una línea propia de quesos duros, otra de lácteos descremados y producción de lácteos para consumo industrial. Sólo para la elaboración de quesos procesa 150 millones de litros de leche por año.
México es el país que más leche en polvo importa
Según el último reporte del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (Siap), como referencia para el ranking, las importaciones de leche en polvo que realizó México en 2017, representaron 11.2 por ciento del total importado en el mundo, mientras que la participación del país asiático fue de 8.4 por ciento del total.
La cantidad de leche en polvo que entra a ese país ha incrementado año a año hasta llegar a duplicarse en la última década.
Cifras nacionales destacan que, de 2008 a 2018, el volumen de leche en polvo que el país compró en el exterior tuvo un incremento de más de 100 por ciento, al ubicarse en 362 mil 780 toneladas, al cierre del año pasado.
Actualmente, el total de lácteos importados por México, donde la leche en polvo es el producto principal, representa 30 por ciento del consumo nacional aparente, según la Cámara Nacional de Industriales de la Leche (Canilec).
René Fonseca, director general de la Cámara, explicó que una de las principales razones por las que México importa tanta leche en polvo se debe a que la producción nacional registra un ritmo de crecimiento promedio anual de entre 1.3 y 1.5 por ciento, mientras que el consumo total sube entre 2 y 2.5 por ciento, impulsado por el ritmo de crecimiento de la población.
Si bien la producción nacional de leche fresca logra abastecer la demanda del mercado nacional, no alcanza a cubrir las necesidades de la industria transformadora, que es la que utiliza la mayoría de la leche importada.
Es decir, la mayor parte de la leche en polvo se usa como materia prima para producir otros alimentos e incluso productos como medicamentos, detalló Fonseca.
De acuerdo con datos de la Canilec, se estima que 70 por ciento de la leche en polvo importada se va para la industria procesadora de lácteos, y el resto se utiliza en la industria panificadora, chocolatera y otras industrias alimentarias.