El Litoral / [email protected]
El “Tiburón” premió a sus deportistas en una velada inolvidable, cargada de felicidad y emoción.
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El pasado viernes el fútbol del Club Náutico El Quillá le puso un broche de oro a un año 2018 exitoso. La calurosa pero agradable noche para disfrutar al aire libre, fue testigo de una fiesta de premiación, que contó con la presencia de toda la familia del “Tiburón” y que contó con la conducción de Carlos Robledo.
La institución premió al deportista más destacado, a quién le brindó mayor esfuerzo y dedicación a su tarea, y al mejor compañero, en cada una de las 11 categorías que participan de los torneos oficiales de la Liga Santafesina de Fútbol.
Además, se otorgaron premios a los campeones y sub campeones de los distintos torneos disputados por todo el país, de las diferentes categorías que tiene este club formador y se realizó un reconocimiento especial a la Escuelita de Fútbol, a las chicas del Fútbol Femenino que anunciaron su vuelta al club para el año próximo, y a todos los profesores que trabajaron en esta temporada.
400 personas se dieron a la cita, quienes escucharon al presidente de la institución, Enrique Serrao, y a quienes están llevando adelante este proyecto, anunciar que se está trabajando para continuar con la integración de todo el fútbol de El Quillá y para lograr el año venidero la concreción del sueño de la cancha propia.
Los futbolistas de la primera división le entregaron a Carlos Roteta la camiseta del Campeón 2017, en reconocimiento a su trayectoria en el club a quién, en estos días, dejó la dirección técnica del primer equipo, para dejar su lugar a gente del club y para dedicarse de lleno a su tarea de Coordinación General del Fútbol y a su nueva función de Director Deportivo de la Institución. Ya en el cierre de la noche el momento más emotivo se vivió cuando los directivos le entregaron el “Tiburón de Oro” al futbolista Mariano Boz, quien no sólo se destacó este año por ser el goleador del primer equipo en su participación exitosa en el Torneo Federal C, donde fue semifinalista cayendo en manos de Sportivo Urquiza de Paraná por penales, sino que también fue un reconocimiento a la tarea que está llevando a cabo junto a Manuel Chemes (capitán del equipo) y todos sus compañeros, para marcar el camino de la integración de todo el fútbol y la transmisión del sentido de pertenencia desde los más grandes hasta los más chiquitos.
Los fuegos artificiales no se hicieron esperar y la noche terminó con el tradicional festejo de todos los chicos del club cantando por el “Tiburón” y con buena música hasta la madrugada del sábado.