El Litoral
El grupo de música infantil se presentó ayer en el Parque Federal, ante unas 8 mil personas. El show, que incluyó sus canciones más reconocidas, contó con la animación del pasayo y titiritero Gustavo “Tuti” Nuñez. Se reunieron útiles escolares para la escuela Salvador Caputto, de la localidad de El Sombrerito.
El Litoral
Como parte de los festejos por los 100 años de El Litoral, Canticuénticos actuó en la tarde de ayer en el Parque Federal. En un show que contó con la animación del payaso y titiritero Gustavo “Tuti” Nuñez, el grupo de música infantil interpretó sus canciones más conocidas (desde “La cumbia del monstruo” hasta “¿Por qué?, ¿Por qué?”) y divirtió al público presente (unas 8.000 personas) a través de distintas formas de interacción, como trabalenguas, adivinanzas y bailes.
La actividad tuvo una doble finalidad: celebrar el centésimo aniversario del Diario y reunir útiles para la escuela N° 6088 Salvador Caputto, de la localidad de El Sombrerito, en el norte de la provincia. El público estuvo integrado sobre todo por familias que se acercaron para disfrutar de la bella jornada al aire libre.
Todo arrancó apenas pasadas las 17. Desde esa hora, “Tuti” se mezcló entre los presentes para entretenerlos con chistes, anécdotas y juegos, a la espera del inicio del espectáculo.
El artista también se hizo un espacio para subir al escenario y presentar un número de títeres, el mismo que desplegó recientemente en un encuentro internacional realizado en Portugal.
Antes de despedirse, recordó su condición de cordobés de nacimiento y santafesino por adopción para pedir a todos que “quieran más a su ciudad y a su provincia, que tienen de todo”.
Canciones para atesorar
Canticuénticos arrancó su presentación con dos creaciones recientes. En primer lugar “¿Por qué?, ¿Por qué?”, la canción que da título al último disco del grupo, que se presentó hace unos pocos meses. Y en segundo, “Aca tá”, pensada para que los chicos reconozcan a partir de una propuesta lúdica, las distintas partes del cuerpo humano.
La evocación de un recuerdo carnavalesco, vinculado con los disfraces, dio pie al instante a “La murga del monstruo”, para continuar con “El mamboretá”, una de las composiciones más queridas por el público, llena de referencias a la lengua guaraní.
Siguieron “La rana Rosita” y “Santo remedio”, dedicada a esos momentos tan comunes en la niñez como son los caprichos, que según el grupo “se curan cantando”. Dos canciones que, por sus estructuras, demuestran la fidelidad de Canticuénticos respecto del compromiso de contribuir a la difusión de los ritmos argentinos y latinoamericanos.
El show tuvo continuidad con la muy movida “Un remolino”, que antecedió a un momento de calma con “Noni, noni”. Luego vino una invitación al público a ejercitar los movimientos de la boca para pronunciar un trabalenguas, la intepretación de “Tra tra que tra” y el momento más esperado de la tarde: “La cumbia del monstruo”, que con su ritmo contagioso casi obligó a cantar y bailar a todos los presentes. “Cómo se nota que estamos en Santa Fe, que bien bailaron la cumbia”, felicitaron los integrantes del grupo.
Pequeños coreutas
Con los últimos compases del monstruo, llegó uno de los momentos más emotivos de la jornada: los integrantes del Coro de Niños de Alto Verde subieron al escenario para cantar junto a Canticuénticos la canción “Quiero para mí”. Tanto los coreutas como el director del ensamble vocal, Nicolás Loza, se ganaron una ovación.
A través del siguiente tema, “Bate con la cucharita”, el grupo empezó a transitar los momentos finales del show. Sin embargo, el enérgico pedido del público para que hagan “otra” (con juego de palabras propuesto desde el escenario: “¿Están pidiendo torta?”) les dio lugar para cantar “Algo que decirte”.
Finalmente y ya para cerrar la jornada, el grupo convocó otra vez al “monstruo” en “Viene para acá”, que tiene al famoso personaje como protagonista.
El show, que se extendió durante más de una hora, terminó casi al mismo tiempo que la bella tarde primaveral que ofreció el feriado. En los rostros de chicos y grande se podía percibir una sensación unánime: la satisfacción por haber dedicado una tarde a celebrar y compartir.
Para colaborar
Aquellos interesados en realizar su contribución de útiles escolares para la Escuela N° 6.088 Salvador Caputto, de El Sombrerito, pueden dirigirse al Diario El Litoral (Belgrano 2725).