El Litoral
Los bomberos italianos suspendieron este lunes sus trabajos bajo parte de lo que queda del puente derrumbado en Génova por motivos de seguridad, ya que en los restos se oyeron ruidos extraños.
El Litoral
Los bomberos italianos suspendieron sus trabajos bajo parte de lo que queda del puente derrumbado en Génova por motivos de seguridad, ya que en los restos se oyeron ruidos extraños. Esos ruidos son distintos a los que se oían en días anteriores, explicó a dpa un portavoz de los Bomberos, Luca Cari.
Por precaución, las personas evacuadas de las viviendas de esas zonas tampoco podrán acceder a sus casas a recuperar sus pertenencias. Los trabajos de desescombro continúan en otras partes afectadas por el derrumbe, como las vías del tren o el lecho del río.
Está previsto que este lunes sean reubicadas las primeras familias afectadas, anunció en Twitter el presidente regional de Liguria, Giovanni Toti. Hasta el 20 de septiembre habrá otras 40 viviendas disponibles y hasta final de mes, un centenar. "En un máximo de ocho semanas habrá hogares para todos", prometió.
Más de 500 genoveses perdieron sus viviendas cuando el martes pasado el puente Morandi se desplomó durante una tormenta. Más de 30 vehículos cayeron al vació desde una altura de 45 metros y en el siniestro murieron 43 personas.
Todavía no están claras las causas del colapso, aunque los expertos creen que fue causado por una rotura en uno de los cables de suspensión del puente.
El Gobierno italiano culpa de lo ocurrido al operador privado de la autopista y el puente, Autostrade per l'Italia. La compañía, controlada por la familia Benetton, niega sin embargo haber cometido una negligencia.
Según el semanario "L'Espresso", en febrero ya se sabía que los cables del puente estaban afectados por el óxido. Según el medio, lo confirma el acta de una reunión ministerial. "L'Espresso" afirma que, según esas actas, Autostrade informó en esa reunión de que algunas de las estructuras del puente se habían degradado entre "un diez y un 20 por ciento".
A pesar de ello, ni el ministerio ni la empresa "consideraron necesario restringir el tráfico, desviar los vehículos pesados, reducir el tráfico a un sólo carril o reducir el límite de velocidad para reducir la carga del puente, apunta el semanario.
Según el ministerio de Transportes, hay investigaciones internas sobre esta cuestión.
Uno de los expertos que participaron en esa reunión, el profesor Antonio Brencich, afirmó sin embargo que "L'Espresso" publicó "información que induce a error".
En entrevista con dpa, Brencich confirmó que Autostrade informó de que el acero de los cables de dos de los tres pilares había mermado, pero se trataba de una degradación "de entre el 8 y el 15 por ciento".
Los expertos de la compañía -que realizaban las mediciones en el puente- aseguraron que a pesar del daño la estabilidad no estaba en riesgo y que no era necesario restringir el tráfico, añadió Brencich.
"Vimos los documentos, Autostrade nos dijo que el puente era seguro a pesar de la degradación, nos dijeron que estaban planeando trabajos de refuerzo, así que evaluamos positivamente el proyecto", explicó. Se trataba de un proyecto de 20 millones de euro de renovación de los cables de dos de los tres pilares, que iba a realizarse este año.
Brecich forma parte del equipo del Gobierno que investiga el colapso del puente. "Claramente, algo fue mal", señaló, pero antes de la tragedia nada sugería que algo asi podría pasar. El puente estaba sometido a "análisis reiterados" por parte de Autostrade y los expertos independientes como él no tenían motivos para dudar de la validez de esas revisiones, añadió.
En tanto, el presidente estadounidense, Donald Trump, llamó este lunes al primer ministro italiano, Giuseppe Conte, para ofrecerle su ayuda, explicó la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders.