Solo 9 segundos necesitó esta ágil ladrona para ingresar a un kiosco en Londres, tomar un paquete de papas fritas de tipo snacks y -con total disimulo y tranquilidad- regresar a la vereda con el producto y sin haberlo abonado, donde la esperaba su cómplice. El detalle es que ni la sigilosa ladrona ni quien estaba en la puerta a modo de campana se percataron de que todo el robo estaba siendo grabado con la cámara de un celular. Quien captó las imágenes, en tanto, prefirió registrar toda la secuencia antes de hacer siquiera el intento de impedir el hurto.

¿Debería generar bronca o indignación la impunidad con que esta amiga de lo ajeno actuó en este comercio? ¿O quizás debería ser repudiado el autor del video que no solo nunca se levantó de su lugar, sino que hasta siguió toda la escena con su celular? Pues nos animaríamos a decir que ni una ni otra, porque lo que más causaron las imágenes fueron sorpresa y reacciones de lo más variadas y divertidas. Y es que la ladrona era una simple gaviota, que ingresó caminando al local, tomó con su pico las papas fritas y regresó sobre sus pasos para retirarse caminando acompañada de la otra gaviota que la esperaba en la puerta.
El video no tardó en viralizarse en las redes sociales, y las repercusiones fueron por demás graciosas y pintorescas. A tal punto de que distintos medios de todo el mundo replicaron la noticia.
No es la primera vez que una gaviota salta a la fama y se convierte en viral o meme por su fama de ladrona. De hecho, cada vez es más común que estas aves características de zonas marinas se lleven mercadería o cosas que no le pertenecen. Y la mayoría de las veces el botín suele ser comida que las personas están en pleno disfrute hasta que, repentinamente, las gaviotas se la arrebatan sorpresivamente y sin dar tiempo de reacción. Esto tiene que ver directamente con la facilidad con que estos animales se acostumbraron a convivir con los seres humanos, volar y deambular entre ellos y prácticamente interactuar y enfrentarlos sin temor alguno.