Deborah Martorell, meteoróloga en Puerto Rico, tuiteó la madrugada del martes: “Amigos, lamento mucho informarles que la plataforma del Observatorio de Arecibo acaba de colapsar”.
Símbolo científico y fetiche de Hollywood en películas como Contacto y James Bond, la megaestructura finalmente sucumbió tras el paso de los años y de un huracán, pese a la imploración científica de mantenerlo en pie.
Deborah Martorell, meteoróloga en Puerto Rico, tuiteó la madrugada del martes: “Amigos, lamento mucho informarles que la plataforma del Observatorio de Arecibo acaba de colapsar”.
El enorme radiotelescopio en Puerto Rico, que durante mucho tiempo jugó un papel clave en los descubrimientos astronómicos colapsó el martes, dijeron las autoridades. “La plataforma se derrumbó de manera no planificada”, confirmó Rob Margetta, vocero de la institución que financia el observatorio ubicado en Arecibo, al norte de la isla.
El suceso se produjo durante la noche y no se reportaron heridos, según informó en su cuenta de Twitter la Fundación Nacional para la Ciencia de EE.UU., (National Science Foundation), que administra el sitio a través de la Universidad de Florida Central, que está trabajando con las partes interesadas para evaluar la situación. “Nuestra principal prioridad es mantener la seguridad”, añadió este organismo que investiga los detalles en los que se ha producido el colapso de la estructura instrumental que se levantaba sobre el gran plato deflector suspendida con una estructura de cables sobre el gran plato deflector, construido en una depresión natural.
El Observatorio de Arecibo, que se hizo famoso como telón de fondo de una escena fundamental en la película de James Bond GoldenEye y en la película Contacto, donde una astrónoma interpretada por Jodie Foster utiliza el observatorio en su búsqueda de señales extraterrestres, había estado cerrado desde agosto después de que un cable auxiliar se rompió y causó un corte de 30 metros en el plato reflector.
Luego, un cable principal se rompió a principios de noviembre, lo que llevó a la Fundación Nacional para la Ciencia de EE.UU. a declarar solo unas semanas después que planeaba cerrar el radiotelescopio porque el daño era demasiado grande. Desde entonces se prohibió el acceso al telescopio por temor a que se desplomara y la estructura se inspeccionaba solo con drones.
Era el segundo radiotelescopio más grande del mundo y había estado funcionando durante más de medio siglo. El colapso del observatorio “es un desastre absoluto”, dijo indignado a la agencia AFP Abel Méndez, director del Laboratorio de Habitabilidad Planetaria de la Universidad de Puerto Rico en Arecibo. El astrónomo tuvo que cancelar cursos de formación en el observatorio previstos para el año próximo, un duro golpe para sus estudiantes.
Aunque no se registraron heridos, astrónomos y científicos lamentaron en las redes sociales el colapso del telescopio señalando que se trataba de “un día triste para la astronomía”.