El Litoral / dpa
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Cuatro muertos dejó hoy un tiroteo en el estado de Maryland, 24 horas después de otros dos similares registrados por las autoridades estadounidenses en Wisconsin y Pensilvania.
El más reciente ataque armado ocurrió en un centro de distribución de la cadena de farmacias "Rite Aid" en la ciudad de Aberdeen, a 50 kilómetros al noroeste de Baltimore, capital de Maryland.
Al parecer, la responsable, una mujer de 26 años que trabajaba temporalmente en el lugar, abrió fuego con una pistola nueve milímetros "que compró y registró legalmente".
"Dos personas murieron en el lugar y otra en un hospital", detalló el alguacil del condado Harford, Jeffrey Gahler, al detallar en rueda de prensa que otras tres personas quedaron heridas.
Asimismo, el oficial indicó en las declaraciones recogidas por el diario local "The Baltimore Sun" que la autora del tiroteo se disparó a sí misma y falleció en un centro médico cercano a donde fue trasladada.
"Nuestros detectives siguen trabajando para determinar la secuencia de lo sucedido. No sabemos en este momento las razones por las que se cometió el hecho", agregó Gahler.
Este miércoles, cuatro personas quedaron heridas, tres de ellas de gravedad, luego de que un empleado de una compañía de software en Middletown, Wisconsin, disparara contra sus compañeros de trabajo.
El atacante fue baleado por la policía que llegó en respuesta al tiroteo.
Más tarde, otro hombre, que también murió en medio de la reacción de las autoridades, disparó indiscriminadamente frente a la oficina de un juez en un edificio municipal de Masontown, Pensilvania.
De acuerdo con las primeras investigaciones, el presunto tirador debía presentarse al juzgado por una acusación de terrorismo y agresión agravada. El hecho dejó cuatro heridos.
Según la organización no gubernamental "Gun Violence Archive", que lleva un conteo de los episodios armados en Estados Unidos, en los primeros 20 días de septiembre se han reportado 25 tiroteos en masa en toda la nación.
El debate sobre el uso de armas en el país norteamericano se reabrió en febrero pasado, cuando un joven de 19 años disparó un fusil AR-15 en una escuela secundaria y mató a 17 personas, entre ellos 14 menores.
El episodio puso sobre la mesa la necesidad de establecer un mayor control en el uso de armas e impulsó múltiples y masivas marchas lideradas por estudiantes que piden endurecer las leyes que permiten a cualquier estadounidense mayor de 18 años comprar legalmente armas.