Danilo Chiapello | dchiapello@ellitoral.com
Fue encontrada sin vida en su casa. Estaba maniatada y amordazada. Además tenía golpes en su cabeza.
Danilo Chiapello | dchiapello@ellitoral.com
Se llamaba Emilia Cacase, aunque para todos sus amigos y conocidos era simplemente “Vicky”.
Tenía 67 años y se desempeñaba como inspectora municipal en el Mercado de Productores. “Eran sus últimos días de trabajo ya que se encontraba a días de jubilarse. Estaba esperando que le lleguen los papeles”, comentó una amiga.
En la mañana del lunes “Vicky” fue encontrada sin vida en su vivienda ubicada en José Cibils al 6800, en el corazón de Loyola Sur, donde residía sola. (sus familiares son oriundos de la provincia de San Juan).
La vecina
Una vecina fue quien, alertada porque desde hacía 24 horas que Vicky no contestaba sus llamados, acudió hasta su casa. Cuando la vecina se asomó por una ventana del dormitorio, quedó frente al horror.
Vicky estaba caída en el suelo, desnuda, al lado de la cama. Sus manos y sus pies habían sido atados con un cable. Además con una cinta para embalar la habían amordazado.
En medio de la desesperación la mujer dio aviso a la policía. Minutos después gran cantidad de uniformados llegaron al lugar para comenzar con los trabajos de rigor. Las tareas de los pesquisas fueron supervisadas por los fiscales Andrés Marchi (de Homicidios) y Marcelo Fontana ( Violencia de Género; Familiar y Sexual), que también se hicieron presentes.
La última vez que “Vicky” fue vista con vida fue en la tardecita del sábado.
Conocía al asesino
El interior de la vivienda de la víctima estaba en perfecto orden, y se estima no había faltante de objetos de valor.
Las puertas y ventanas del inmueble no tenían signos de violencia, lo que permite suponer que la dueña de casa fue quien le franqueó el paso a su asesino.
Una vez consumado el crimen el o los autores se tomaron el trabajo de dejar con llave la puerta de ingreso, como así también cerrar el candado de un portón.
Todo permite imaginar que el desenlace de “Vicky” fue atroz. Además de estar maniatada y amordazada, la dueña de casa presentaba lesiones por golpes en rostro y un fuerte traumatismo a la altura de la nuca.
Angustia
El trágico fin de esta empleada municipal sacudió en lo más profundo a la barriada que se acercó en gran número hasta el lugar.
Además de los vecinos también llegaron compañeros de trabajo de “Vicky” que se mostraron angustiados.
A lo largo del tiempo la infortunada supo ganarse el cariño y el respeto de todos. “Era una mujer que tenía un fuerte carácter aunque muy solidaria y siempre dispuesta a ayudar a los demás”, dijo un vecino.
Una anécdota la pinta de cuerpo entero. Por sus años de trabajo en el Mercado de Productores, Vicky siempre tenía disponibles bolsones de verdura que los repartía entre los más necesitados.