Juan Ignacio Novak
jnovak@ellitoral.com
El director, José María Gatto, trazó un balance de los casi dos años de rodaje de la obra, estrenada en 2016 y repuesta varias veces. “Logramos hacer propio ‘Rey Lear’, con una impronta local".
Juan Ignacio Novak
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Desde su estreno, en octubre de 2016, la versión de “Rey Lear” de William Shakespeare dirigida por José María Gatto recorrió un largo camino. que llegará a su fin el domingo 26 de agosto a las 19 en LOA Espacio AGM (25 de Mayo 1867), a través de la última función de la temporada que arrancó el primer fin de semana de agosto. “Todo indica que es la última, muy a mi pesar. Poner en marcha todo esto es un mecanismo complejo porque somos más de 25 personas, entre actores, técnicos, vestuaristas. Al ser tantos, hay muchos compromisos adquiridos. No es una estrategia, es la última”, señaló el director a el Litoral. También rememoró las circunstancias bajo las cuales se gestó el proyecto y expuso una evaluación de lo ocurrido con la propuesta escénica en casi dos años de trayecto.
“La satisfacción viene por distintos lados. En primer lugar por haber conformado un grupo artístico y humano muy fuerte, que permitió hacer varias temporadas, mejorar el producto inicial y alcanzar un muy buen nivel. el arte no tiene una fórmula que permita saber con exactitud por dónde tomar. Tiene un gran lineamiento. Eso lo tenía claro cuando comencé a trabajar en este proyecto, sabía por dónde quería ir desde el punto de vista artístico, pero había que amalgamar en la idea un estilo, un registro de actuación que no es tan convencional para Santa Fe. Quería respetar ciertos cánones de la escuela tradicional inglesa, que marca la Royal Shakespeare Company y aplicarlos a nuestra idiosincrasia. Ése era el experimento artístico, el desafío, ver cómo se ponía en marcha este Shakespeare. Si no se hubiera tenido un grupo sólidamente humano no se hubiera podido llegar a una tercera temporada”, apuntó Gatto.
Desde su visión como conductor del proyecto, se produjo una virtuosa retroalimentación de lo humano con lo artístico que permitió llegar al fin de temporada con un óptimo ida y vuelta con el público. “En una de las últimas presentaciones, el hecho de que en mitad de la función, en una escena muy rica artísticamente, pero que también se permite el humor, el público estalle en aplausos y disfrute, habla de que el producto está en un grado muy bueno, superlativo. Digamos que estamos cumpliendo el cometido de lo que nos habíamos propuesto. Le perdimos el miedo a Shakespeare, ese preconcepto de autor difícil y un poco encorsetado, pero no por eso dejamos de intentar hacer una versión basada en las pautas de la escuela tradicional inglesa”, consideró.
Contar un cuento
Uno de los reparos que hubo en el equipo de “Rey Lear” al principio, admitió Gatto, tenía que ver con la duración de la obra, más extensa que el promedio. “Son como prejuicios que hay con el teatro, que no debe durar tanto tiempo, que el público se cansa, se aburre, que hay un mecanismo de espectador propio de las series, que hace que todo tenga que ser contado rápido, sin dejar tiempo para pensar. y que una obra tan larga en esta era de alta tecnología e imágenes que sacuden todo el tiempo iba a provocar la huida del público”, recordó. Sin embargo, la respuesta del público contradijo con contundencia estos recelos.
—Es que la obra engancha y el público quiere saber qué fue de los personajes.
—Sí, porque es un cuento. Montar Shakespeare es saber contar un cuento. Él lo tenía muy claro hace 400 años, sabía como había que dosificar el humor, el suspenso, lo trágico y lo filosófico. Era muy sabio en ese sentido. y conocía al público. Porque más allá de los cambios de época, el público sigue siendo el mismo. y ésta es una obra perfecta para el domingo a la tarde, como las hacían en aquellos tiempos, los domingos, cuando la gente pasaba largas horas en el teatro. Era la tarde del domingo dedicada al teatro. Iban todas las clases sociales, comían, tomaban. Era el lugar de encuentro. Eso de alguna manera era lo que había que tratar de evocar. el desafío era ése y creo que se cumplió. Logramos hacer propio “Rey Lear”, que tiene una impronta netamente local, pero que a su vez tiene la esencia de lo que escribió Shakespeare.
Sala
Uno de los aspectos sobre el que puso énfasis José María Gatto es que esta versión de “Rey Lear” está armada para específicamente la sala en la que se expuso, es decir LOA. “Hemos tenido la oportunidad de ir a otros lados, pero es de una gran complejidad, porque la puesta se hizo para mostrar aquí. y si no puede ser trasladada en esas condiciones no tiene sentido. Entonces nos quedamos con este proyecto. Está hecha a medida para esta sala, todo pensado en función de este espacio”, resaltó.