Juan Ignacio Novak
jnovak@ellitoral.com
La obra de Jacobo Langsner, dirigida por Alberto Clementín, se presenta el sábado 11 de agosto, a las 21.30, en el Centro Cultural Provincial. Se trata de una comedia con actuaciones de Sergio Cangiano y Marta Defeis. “es un homenaje a los miles de hombres que trabajan, viven, y siguen, a pesar de lo negro que se presenta el futuro”, indicó el actor.
Juan Ignacio Novak
jnovak@ellitoral.com
El sábado 11 de agosto, a las 21.30, tendrá lugar en el Centro Cultural Provincial (Junín 2457) el estreno de la obra teatral “Locos de contento”. Se trata de una pieza escrita por Jacobo Langsner, el autor de “Esperando la carroza”, que en esta versión cuenta con la dirección de Alberto Clementín y las actuaciones de Sergio Cangiano y Marta Defeis. la puesta se centra en Claudia y Román, un matrimonio acosado por los problemas del país que sueña con escalar económicamente. “La obra relata cómo el argentino medio trata de salir de la crisis: las cábalas, la fe, engancharse con alguien con poder para conseguir un puesto, el sahumerio, esos tips cotidianos para poder salvarse hasta que la tormenta pase”, explicó Cangiano.
—¿Qué es lo que impulsó al equipo a elegir la obra de Jacobo Langsner para llevar a escena?
—A finales del año pasado recibo un mensaje de Marta Defeis, ofreciéndome participar en una obra, no me dijo el nombre, me la enviaba por mail. Cuando veo que era “Locos de contento” me sorprendí, hacía 15 años que quería hacerla. Intenté muchas veces con distintos talleres, con distintas parejas, siempre en el rol de director. En 2016 se la propuse al equipo de “Terapia” (Pauloni - Belletti) yo haciendo de Claudia, pero no me dieron bolilla. Así que fue como un encuentro con un viejo deseo. Y me sorprendió más cuando me enteré de que el director era Alberto Clementin, que me dirigió en el año 1973 cuando estudiaba en el comercial Domingo Silva y él era preceptor, antes de irse a Buenos Aires. Alberto es amigo de Jacobo Langsner desde hace mucho tiempo y le había comentado las ganas de representarla. Así fue mi incorporación al proyecto. Una suma de causalidades.
—¿Cómo fue el trabajo con Alberto Clementin en la dirección y Marta Defeis como compañera de elenco, dos personas de amplia trayectoria en la actividad teatral?
—Excelente. Ellos vienen de realizar “Mi querida” de Griselda Gambaro, que estrenaron hace cuatro años. Así que ya tienen un código de comunicación propia. Como dije a Alberto lo conozco desde hace 45 años y con Marta compartimos varias obras aquí en Santa Fe. Cada obra tiene un proceso diferente, hasta que se crea un acuerdo ideológico, tanto en el contenido como en la forma. Alberto comenzó a venir a Santa Fe en febrero de este año, venía por 5 días y ensayábamos 4 días seguidos, 5 horas por día. Todo un desafío para Marta, para mí y también para Fernando Belletti que es el asistente de dirección, que estamos acostumbrados a los ensayos semanales y 3 horas como mucho. Así que le pusimos el cuerpo al desafío. al principio terminábamos bastante cansados, después de los dos primeros encuentros Marta se fue de vacaciones una semana para descansar, después nos acostumbramos. Entre las venidas del director ensayábamos con Fernando. Después se convocó a Osvaldo Pettinari para los vestuarios y la ambientación. Así apareció mi pelo, mi pelo escénico, que fue uno de los temas más debatidos en el grupo, creo que ahí se abrió una grieta, después se cerró. Y bueno, así llegamos al estreno.
Personajes y vigencia
—¿De qué forma construiste tu personaje, Román y dónde pusiste el acento?
—Román es un pobre hombre, víctima de la época económica. No tiene ganas de nada, le quitaron las ganas. es un ingenuo que tiene que lidiar con un optimismo casi naif de su mujer Claudia. Ella tiene esperanza y él ve todo negativo. la pareja perfecta para crear este humor ácido que destila el texto de Langsner. al principio lo vi parecido a mi hermano Luis, que protestaba siempre por todo. para mí es un homenaje a los miles de hombres que trabajan, viven y siguen, a pesar de lo negro que se presenta el futuro.
—A pesar de haber sido escrita en 1991 la obra de Langsner conserva vigencia al referirse a este matrimonio, que se ve acosado por los problemas del país. ¿Esto incidió de algún modo en la puesta?
—¿Qué cíclica que es la Historia Argentina, no? Jacobo Langsner la escribe después de la crisis de 1989, la hiperinflación, el fracaso del Plan Primavera. También podría reflejar el 2001, con el megacanje, la superinflación y los saqueos. Y ahora. ¿Otra vez sopa? Esta pareja que trata de sobrevivir a una crisis que viene de afuera. “Alguien desde afuera nos está empujando al abismo”, dice Claudia. En nuestra puesta no hay referencia de tiempos, no se especifica fecha, ni gobierno. lo dejamos abierto al público. que cada uno referencie la época que quiera. En este país pueden elegir desde 1810 hasta el presente.
El humor
—Nuevamente estás embarcado en un proyecto relacionado al humor.
—El humor es maravilloso. es el género más agradecido. “Los pueblos recuerdan más a sus actores cómicos que a sus dramáticos”. A mí el humor me hace bien, me sana, me limpia. No es tan fácil como parece. El humor tiene un tiempo especial, la semiótica cambia. Los gestos se agrandan, los ojos se abren más de lo normal. El juego es un ramo de intenciones; el conflicto es ingenuo por más trágico que sea, es tan ingenuo que da risa. El humor es mi herramienta para soportar lo malo, lo feo, lo doloroso. es mi varita mágica para transformar realidades adversas en fantasías posibles. Tendría que enseñarse en los colegios, hacer campañas desde el Estado, repartir volantes que digan por ejemplo: “¿Usted cree que va a lograr algo con esa cara de culo?”. Por ahí andan diciendo que todas las enfermedades tienen una parte psicosomática, que vienen de la angustia, de la ira, de todas las emociones negativas. la vacuna es la risa.
Itinerario
El actor Sergio Cangiano adelantó que para septiembre tienen prevista una nueva función de la obra en el Centro Cultural Provincial. Agradeció a los responsables de esa sala por la posibilidad de ensayar durante las venidas de Clementin a Santa Fe. Y manifestó que la idea es hacer “Locos de contento” todo “lo que nos dé el cuero. Y los que nos conocen saben que tenemos el cuero grueso y duro”.
Hacedores
El equipo de “Locos de contento” se completa con Osvaldo Pettinari en ambientación y vestuario; Nicolás Sánchez en iluminación, María José Serniotti en diseño gráfico y Fernando Belletti en asistencia de dirección.