Raúl Emilio Acosta
Raúl Emilio Acosta
En estos días en la Región Rosario la coyuntura no deja ver el bosque. Hay un empecinamiento, que enferma a muchos colegas, por descubrir candidaturas, eliminar otras y participar de un viejo juego de “o lo vi primero, señorita”. Así fabrican candidaturas (he contado 20 precandidatos a gobernador) y declaraciones sobre temas que no se corresponden. Todos se detienen en un árbol, pierden el bosque, la coyuntura les quitó perspectiva. Ojalá sea una tormenta de verano, en el hemisferio sur ha comenzado el otoño.
El profesor Darío Maiorana, ex Rector de la UNR, el ex ministro y ex diputado nacional Daniel Germano, y Claudio Fernández, titular del Instituto Max Planck (Conicet, La Siberia) coinciden que la educación es un eje y no es cuestión de días, que no están tan mal la provincia ni el país y es cuestión de conversaciones, y que no se debe aflojar y bajar la vara para medir gobiernos y exámenes.
Los tres, con una formación intelectual de orígenes diferentes llegan a conclusiones esperanzadoras en el largo y mediano plazo y solo piden planes, continuidad, seriedad, cumplimiento de la palabra empeñada. Refieren al siglo XXI y las diferentes necesidades que presenta, que se advierten a simple vista y que pocos administradores de la cosa pública resuelven básicamente por eso, porque la coyuntura los absorbe y no ven la distancia y se sabe: sin distancia no hay mañana posible.
El eje, donde concurren es conocimiento, transmisión de esos conocimientos, advertencias de los diferentes trabajos y después, solo después, admiten sus diferencias con este gobierno, con el anterior, quiero decir y digo: hay problemas que exceden el marco partidario. Ellos lo ven, semanalmente vienen a un programa de radio y lo divulgan. Se afligen.
Una mirada regional y más allá
Que la intendencia repare en problemas estructurales de la Región Rosario está bien, debe conversarlos con los 20 intendentes y presidentes comunales que la componen y trabajar en conjunto. El mismo tronco de gas, la misma bomba que trae el agua potable, la misma calle y el mismo poste de alumbrado. Lo común es mas importante que la diferencia.
Que el porcentaje de quita y de techo de aportes nacionales de números de paritarias y de inversiones del Estado nacional en Rosario y la Región deben ser según planificación, necesidades y disponibles, es algo tan elemental que asusta que no se resuelva de ése modo.
A esta fecha, para dar un ejemplo, un boleto de transporte urbano tiene un precio real de 25 pesos. Tal vez 30 si se cuentan amortizaciones y fondos anticíclicos de colectivos que se funden. No es posible pensar boletos diferentes en Mendoza, Córdoba, Santa Fe ciudad, Mar del Plata, Buenos Aires y Rosario. No es posible si se quita la coyuntura electoral y el concepto unitario, centralista.
En donde este ejemplo se vuelve trágico es en la ignorancia de muchos delegados del pueblo, que no delibera ni gobierna sino por estos representantes que ignoran, desvían su atención y se distraen con cuestiones menores.
Las discusiones del señor gobernador para dentro de su partido, de los radicales para con sus parientes y de los peronistas pidiendo fidelidades antes que planificaciones hacia el mañana, llevan al susto y la desesperanza.
La leche, la ganadería, el grano, las vías navegables, el costo de la energía, las rutas, la vigilancia de los puertos y el contrabando, la instrucción primaria y la planificación de estudios superiores pensando en el 2040, para dar una fecha cercana, pero distante en el número redondo, traen la cuestión al punto de la desesperanza.
Como la mona
Padoan y Crucianelli, por citar dos empresarios, entienden de adecuar sus empresas a los modos de producción del siglo XXI y las posibilidades del mercado, del único mercado, el mundial. Lo están haciendo, son ejemplares.
La resolución sobre proteínas, protecciones y facilidades para crianzas, cultivos, y vigilancia de crianzas y cultivos, direccionados a donde convenga al Estado y al privado, esto es al total, es una necesidad que Educación, Economía, nación, provincia y municipio deben tratar de modo conjunto. Nada de esto sucede.
La provincia tiene cómo endeudarse con créditos externos de tasas racionales porque sus antecedentes son fenomenales y su capacidad de pago concreta (Mercier, Agosto, Sciara los ministros) dan fe de estas cuestiones.
Solo es necesario usar esos dineros para que generen riquezas, no votos circunstanciales. Planes antes que relumbrones publicitarios que levanten un nombre.
Hoy se menciona a los que a continuación se citan como referentes políticos de futuro inmediato: Lifschitz, Bonfatti, Ciciliani, Giustiniani, Contigiani, Pullaro de una parte. Corral, Barletta, Laspina, Angelini, Roy López Molina, Vucasovich desde otro frente. Perotti, Cleri, María Bielsa, Alejandra Rodenas, Sacnun, Busato, Capitani, Traferri y Agustín Rossi desde otra. Hasta Carlos Del Frade y sus candidaturas testimoniales o Bussi y sus arrebatos mediáticos. Una mesa que los contenga, les pida ideas y consolide planes a 20 años quitará del medio la absurda coyuntura y resolverá el destino de una provincia que domina el río más importante del país, el 12% de su población, el 35% de la producción agropecuaria, la salida del 70% de la exportación por sus puertos, la posibilidad de mostrar dirigentes que no son ladrones ni sospechados de ladrones y como si todo esto fuese poco, frentes electorales donde ya se ha probado la convivencia.
Dejar en manos de Leoni, Hoffman, Terés, por citar algunos de sus dirigentes gremiales, la cuestión de cada año y cada año quedar demorados por discusiones a repetición, no resolver la relación nación y provincia y permitir la candidatura de Juan, Perico o Andrés, parecería, desde el sur, que nos hace quedar como la mona, que en este sur es casi mala palabra. Al menos el plural masculino de ese sustantivo y de ese animal.
Las discusiones del señor gobernador para dentro de su partido, de los radicales para con sus parientes y de los peronistas pidiendo fidelidades antes que planificaciones hacia el mañana, llevan al susto y la desesperanza
La leche, la ganadería, el grano, las vías navegables, el costo de la energía, las rutas, la vigilancia de los puertos y el contrabando, la instrucción primaria y la planificación de estudios superiores pensando en el 2040, para dar una fecha cercana, pero distante en el número redondo, traen la cuestión al punto de la desesperanza.