"El siglo XXI puede definirse como el siglo de los plurales: infancias, feminismos, disidencias… La historia ya no puede transmitirse como relato único y objetivo respecto de lo que ocurrió: la historia se construye, es siempre un producto territorialmente situado, conjetural e interesado", comienza la descripción del libro "Efemérides con perspectiva de género" y abre paso a preguntas cruciales para entender el planteo de las autoras, ¿cómo nos enseñan la historia?, ¿quiénes la cuentan?, ¿qué personajes olvidamos?
Durante la charla brindada en la Estación Belgrano, en el marco de la Feria del Libro, Rosa García y Victoria Tolisso reflexionaron sobre el papel de la mujer y las diversidades dentro de la historia y explicaron que ahí se halla el punto de partida para escribir y crear "Efemérides con perspectiva de género".
"Este libro nace de las dificultades como docente atravesadas al momento de trabajar la historia", comienza contando Rosa García, autora, profesora de historia y psicóloga social.
La necesidad de recolectar aportes de mujeres y diversidades que muestren el camino recorrido en la historia latinoamericana fue un punto de partida para la confección del ejemplar; y aunque las palabras son fuertes, entendieron la importancia de utilizar imágenes que representen a estas comunidades, movimientos, disidencias y mujeres.
"Generamos un repositorio visual de imágenes de mujeres que no había y también de movimientos sociales que a veces no tienen una imagen única", comenta Victoria Tolisso, diseñadora editorial, artista, directora creativa, ilustradora y collagista del libro.
Una mirada pedagógica distinta
El término efemérides proviene del griego, y se vincula también con el latín "ephemeris" que puede traducirse como "calendario" o "narración de cada día". Actualmente se utilizan las efemérides como un acontecimiento marcado dentro de la currícula escolar que debe ir acompañado de actos y repetición de hechos hasta el hastío de los docentes y alumnos. El libro busca romper con esta tradición de efemérides absolutistas.
"La escuela está para desafiarnos, para hacernos pensar, para obligarnos a mirar al otro desde múltiples perspectivas, para hacernos dudar de ciertas cuestiones o para que nos empecemos a preguntas porque las cosas son de alguna manera y no de otra. Y sin embargo el plan de efemérides trabaja eventos puntuales del estado nacional de un modo muy disciplinario de la conciencia social, del docente, trabajadores o estudiantes", continúa Rosa y se entrevé la pasión que emerge a la hora de enseñar y explicar hechos que marcan la historia desde otra mirada.
"Este libro nace de las dificultades como docentes atravesadas al momento de trabajar la historia", cuenta Rosa García, que es profesora de historia y psicóloga social. Crédito: Pablo Aguirre
En el último tiempo, Latinoamérica ha atravesado cambios significativos en materia de derechos y políticas públicas, con la adquisición de la Ley Micaela, la Ley de Acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo, las leyes contra la trata, la Ley Lucio, entre otras. Mirar la historia y entender desde dónde y cómo la contamos abre caminos para estas reestructuraciones y avances y es fundamental que las currículas escolares las contemplen.
"Los materiales educativos que vemos dentro de la ESI hacen una propuesta teórica sobre qué es la perspectiva, sobre los estudios de género, pero no recuperan después procesos históricos en particular o biografías de algunas mujeres que resulten significativas para entender los procesos históricos que involucran los caminos de derechos que algunas mujeres nos abrieron hoy a nosotras",agrega Rosa.
Los papeles olvidados
La importancia de recordar el papel de las mujeres y las diversidades en la historia no radica solamente en resignificar y otorgarles el nombramiento que merecen, sino también en comprender la historia desde distintos puntos de vista feministas y descoloniales.
"Nuestro país nació con una impronta identitaria asociada a mirar lo europeo, a mirar hacia afuera, no hacia dentro, no hacia los costados, no hacia un proceso común que tiene Latinoamérica o América del Sur", menciona García.
La presentación tuvo lugar el jueves 21 de septiembre, en la Sala Ariel Ramírez, en el segundo piso de la Estación Belgrano. Crédito: Pablo Aguirre
Nombres como los de Berta Cáceres y Amelia Larguía no aparecen significativamente en nuestra memoria histórica. Sin embargo, Berta Cáceres co-fundó el Consejo Cívico de Organizaciones Indígenas Populares (COPINH), el cual organizó férreas campañas contra los megaproyectos que violaban los derechos ambientales y las propiedades territoriales de las comunidades originarias en Honduras. Mientras que Amelia Larguía, fue una arqueóloga miembro de la Sociedad Científica Argentina, y contribuyó de manera profunda a conocer datos arqueológicos sobre paraderos indígenas en la Provincia de Santa Fe.
Lejos de proponer olvidar las efemérides tradicionales, el libro invita a recordar y resignificar la historia latinoamericana realizando una integración de efemérides clásicas con efemérides emergentes dándole importancia a la reconstrucción de imágenes que acompañan los relatos de nombres olvidados que han participado en la construcción de la historia que, lejos o cerca, nos interpela a todos.
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