De la Redacción de El Litoral
@Deportes_el
Eduardo Domínguez realizó ayer lo que se puede considerar su primer ensayo formal frente a la reserva de Ariel Segalla.
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Apenas algunos indicios, por ejemplo, en los dos binomios centrales que armó en la zona de medios: por un lado Poblete-Ledesma y por el otro Bastía-Leys, con un Fidencio Oviedo que sólo trotó a un costado del campo de juego.
Acaso el dato más relevante, además de la muy buena impresión que le causaron a Eduardo Domínguez algunos chicos de inferiores, pasó por la actitud y las ganas del peruano Diego Armando Mayora: hizo uno de los goles y metió otra pelota de gol.
Como se sabe, cuando parecía que se volvía a su país para jugar en el Melgar de Arequipa este año con Copa Libertadores en el combo, tanto el retorno del presidente José Vignatti como el inicio de un nuevo ciclo con Eduardo Domínguez le devolvieron las ganas al “Tanque” peruano.
“Quiero ver a los chicos de abajo, por lo que los vamos a hacer subir de a dos o tres a los ensayos de fútbol contra la Primera”, deslizó el mismo entrenador cuando terminó el ensayo. Rostang, Blanc y Giovannini lo impresionaron.
El otro tema está vinculado con el juvenil Tomás Chancalay, de apenas 17 años. Si bien quedó afuera de la Juvenil —fue a varias prácticas en el predio de la AFA en Ezeiza—, Domínguez pidió verlo y notó condiciones.
Chancalay hace las veces de media punta, sin ser un enganche clásico o definido, con una gran virtud: muy buen remate de media distancia. El año pasado estuvo a punto de irse a Vélez, donde hay un hermano suyo en inferiores, pero finalmente se quedó en Santa Fe y su nombre empieza a cobrar fuerza en Colón.