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Al declive de la calzada se sumaron dos agujeros de tierra en el cantero central. Assa destacó que el suelo tiene capacidad portante.
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“Es una pesadilla que no termina nunca”, dijo Irma Maglianetti. Vive en la vereda sur de bulevar 3100 y el domingo a la madrugada se asomó por la ventana por ruidos intensos. Lo que vio fue una máquina de Aguas Santafesinas SA (Assa) que sacaba agua del cantero central de bulevar Pellegrini y Urquiza.
El motivo de su preocupación son los dos agujeros que se produjeron en la tierra por hundimiento del suelo. Aparecieron en el cantero de bulevar, hundido en un declive del asfalto con pendiente hacia el centro.
La preocupación de la vecina tiene dos aristas. Por un lado, teme por los hundimientos del suelo, que se vuelven a producir tras el arreglo del socavón que apareció en febrero de 2015 e implicó el arreglo de la cloaca máxima. Por otro, sabe que una reparación implicará nuevas molestias, cercado, ruido nocturno. “Es increíble que, con todo lo que pasamos, el problema no se haya resuelto”, se quejó.
Ante el reclamo, la explicación de Aguas Santafesinas también tuvo dos respuestas. Lo que se reparó el sábado fue una conexión domiciliaria que se utilizó para los trabajos en la cloaca máxima y ya quedó solucionado. Los agujeros del cantero y el declive en la calzada se produjeron por movimientos de suelo que respondieron a diversos factores.
Germán Nessier, vocero de la empresa, explicó que los estudios de diagnóstico realizados confirmaron que no hay peligro de que se genere un nuevo socavón. “El suelo tiene capacidad portante, no hay afectación de la cañería y está funcionado el conducto que se renovó de la cloaca máxima”. Sin embargo, por los movimientos Assa contrató a una empresa de soluciones geotécnicas para que analice el terreno y comience un plan de trabajo.
Obras
Tal como percibió la vecina, los trabajos comenzaron esta semana con un doble frente.
Por un lado, un camión de módulo combinado trabaja en el mantenimiento de la limpieza del conducto, que permitirá habilitar una zona de trabajo en el interior de la cámara.
Si las condiciones climáticas lo permiten, los trabajos geotécnicos comenzarán esta semana y contemplarán dos aspectos. Por un lado, comenzarán con la unión de la cañería nueva de la cloaca máxima con la cámara de acceso que está en calle Urquiza. “Se sellará desde el interior y desde su acometida externa para evitar el ingreso de material fino del suelo por las napas”, explicó Nessier. Esto se hará mediante una inyección de cemento que se hará con unos perforaciones localizadas. Esto permitirá luego reconstruir el pavimento.
Respecto del movimiento de suelo que causó los hundimientos, Assa analizó que se habrían producido por un cúmulo de factores. “La lluvia, las napas, conductos fuera de servicio que quedaron por los trabajos y que pueden haber originado algún tipo de filtración —dijo Nessier—. Esto se va a asegurar con el sellado de la unión de la cañería a la cámara para evitar cualquier futura filtración y lavado que tenga material fino del suelo”.