Danilo Chiapello
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El detenido tiene 23 años. Tenía pedido de captura por homicidio y por asalto a mano armada.
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Dramáticos momentos se vivieron anoche a bordo de un colectivo luego de que un delincuente arrojara un “ladrillazo” contra la unidad. Por fortuna el proyectil no hirió de gravedad a ningún pasajero, entre quienes había tres agentes policiales, los que de inmediato tomaron cartas en el asunto y terminaron capturando al agresor.
La secuencia se inició minutos después de las 19 cuando un micro de la Línea 9 circulaba por barrio Barranquitas y al llegar a Naciones Unidades y Roque Sáenz Peña, recibió un piedrazo que impactó en una ventanilla trasera del lado derecho del vehículo.
El proyectil (un medio ladrillo) destrozó la ventanilla y en su vuelo pegó contra la pierna de una mujer policía, que le provocó un traumatismo.
A su vez dentro de la unidad venían los suboficiales Monje, Fernández y Díaz Frías (todos pertenecientes a la Policía de Acción Táctica -PAT-), los que tras verificar que el resto del pasaje se hallara en perfectas condiciones, descendieron rápidamente y se lanzaron en persecución del atacante. Pese la resistencia ofrecida por el individuo y a la intervención de vecinos que procuraban interrumpir el accionar policial, finalmente el delincuente terminó aprehendido y trasladado a sede policial.
Ya en dependencias de la Unidad Regional Uno y tras recabarles las huellas dactilares, se constató que el malviviente contaba con dos requisitorias judiciales.
La primera de ellas, por hallarse vinculado a un homicidio acontecido en 2012, en tanto la restante corresponde a un delito de robo calificado por el uso de arma de fuego sucedido en 2014.
El implicado fue puesto a disposición de las autoridades pertinentes.
No dudaron en actuar
Consultado al respecto, el jefe de la PAT, comisario Suárez, explicó que “el personal que intervino en este hecho en ese momento estaba de franco de servicio. Igualmente, y como corresponde, no dudaron en actuar para solucionar el asunto”.
Agregó que “la persecución se desarrolló por el interior de las calles de barrio Alfonso.
Y no fue una tarea sencilla, por cuanto, una vez producida la captura, algunas personas intentaron resistir el procedimiento”.
“Pudo matar a un pasajero”
A su turno Emilio, el chofer del colectivo, fue contundente con su definición de lo ocurrido. “Lo que ese muchacho tiró fue un medio ladrillo, que si le pega a un pasajero en la cabeza lo puede matar”, sentenció.
“Eran las 19.20 y yo venía circulando por Lamadrid para ingresar por Roque Sáenz Peña, cuando siento el estallido de una de las ventanillas traseras. Me detengo y abro la puerta. Justo entre el pasaje venían policías de la PAT, que se bajaron y salieron en persecución del delincuente. Al final, lo capturaron y en ese momento pasó una camioneta de Infantería. Lo esposaron y se lo llevaron a la seccional 4a.”, relató.
Susto grande
“Fue un susto muy grande, porque uno lleva personas acá y esto pudo terminar muy mal”, prosiguió.
“Los que tiran piedras lo hacen como una diversión, pero no piensan en el daño que pueden causar. Era un medio ladrillo. Si te pega en la cabeza, te mata. El proyectil alcanzó la pierna de una mujer policía que iba uniformada. Pero esta chica dijo que estaba bien e incluso se negó a recibir atención”, comentó.
Por último, Emilio explicó que “la situación de inseguridad es delicada. A la noche, después de las 20, desviamos el trayecto. Bordeamos el parque Garay para no ingresar a zonas donde siempre tenemos roturas de vidrios. Pero ayer nos atacaron cuando todavía había luz. Lo cierto es cuando pasamos por ahí lo hacemos con miedo porque te puede caer un piedrazo. No pasás tranquilo”, cerró.