El Tribunal Oral Federal evaluó la conducta de 700 personas por este delito. Hoy, tiene 330 implicados para su juzgamiento.
De la redacción de El Litoral
José María Escobar Cello es el único de los tres actuales integrantes del Tribunal Oral Federal (TOF) Número 1 de esta capital que está desde la creación del órgano encargado de juzgar las investigaciones llevadas adelante por los dos juzgados federales de esta capital, el de Reconquista y el de Rafaela con sus correspondientes fiscalías. Su experiencia es clave para entender cómo avanzó el tráfico de drogas y la persecución penal que se lleva adelante. El magistrado expuso dicha experiencia en “Mensaje directo” el programa que se emite por C&D con la conducción de Teresa Pandolfo y Mario Cáffaro.
El Tribunal Oral se constituyó hace 23 años. “Cuando empezamos a funcionar no había ninguna persona cumpliendo condena por el delito de tráfico de estupefacientes. Hoy, hay 330 personas a disposición de este tribunal por este tipo de delitos, lo cual habla a las claras de que la situación ha cambiado rotundamente. Hay 200 personas con sentencia firme y hemos evaluado a 700 personas por su presunta relación con este tipo de delitos”, señaló Escobar Cello quien agrega que es el segundo en el país en número de resoluciones y sentencias.
Cuando se creó el Tribunal, sólo había dos juzgados federales para el centro norte santafesino. En ese lapso, se habilitó primero el de Reconquista y luego el de Rafaela. Todos esos juzgados trabajan sobre la investigación de presuntos delitos federales pero es el TOF el encargado de juzgar y dictar sentencias.
“Se ha trabajando bien, las fuerzas policiales trabajan bien pero la estructura no soporta este gran trabajo que hay. El tribunal ha tenido buenas respuestas -somos el segundo tribunal del país en número de resoluciones y sentencias-. Pero, hay un límite temporal porque el proceso tiene tiempos diferentes según la complejidad. Esto impide que la respuesta en número sea lo que la sociedad necesita”, precisó.
El TOF no sólo se ocupa de tráfico de drogas. En los últimos años, llevó adelante 15 juicios por delitos de lesa humanidad e innumerables sobre delitos económicos o de trata.
Sistema ágil
“Estamos juzgando personas que venden drogas, o transporte, comercialización o de la tenencia con fines de venta. Es un aspecto más complejo del delito que ha venido creciendo en el tiempo”, recalcó Escobar Cello. De más está aclarar que cada juicio tiene una determinada complejidad. “Los juzgados de instrucción y las fiscalías trabajan muy bien porque los procesos en Santa Fe llegan rápido a juicio, entre tres y seis meses”. No obstante, reconoce que hay otros más complejos que demandan más tiempo de investigación.
Escobar Cello reconoció que todas las condenas son “a Pymes” y que falta llegar a grandes bandas que pueden estar operando en el territorio santafesino. “Lo que ha llegado a juicios son Pymes, las organizaciones grandes no han llegado a juicio. Esto merece un trabajo más profundo, distinto, con otros medios. Tanto los fiscales de Santa Fe y Reconquista como los de Rafaela y los jueces trabajan bien y porque también la policía trabaja bien; el trabajo en los barrios, el trabajo de campo es de la policía. Los fiscales orientan, el conocimiento de calle es la policía”, recalcó.
Reconoció que cerrar kioscos tiene su impacto inmediato en el barrio, pero señaló que hay una permanente reapertura por otro. “Hay que trabajar más profundamente entre todos los organismos del Estado”, apuntó. En cuanto al ingreso de la droga al territorio provincial dijo que “hasta ahora juzgamos cargas con camiones” y no por decomisos en la hidrovía.
" El acuerdo entre Gils Carbó y Lifschitz es importante. Dios quiera que no haya celos y todos trabajen”. Luis María Escobar Cello
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