Alberto “Nene” Sánchez
[email protected]
Unión perdió dos partidos al hilo, no es para dramatizar, pero el entrenador sabe que tendrá que trabajar mucho para reencauzar la campaña. Lo colectivo y lo anímico serán fundamentales.
Alberto “Nene” Sánchez
[email protected]
Después de un comienzo de torneo alentador, con dos triunfos y un empate en las tres primeras fechas, Leonardo Madelón sabía que futbolísticamente había que mejorar y mucho. Lo que pasa es que mientras los resultados acompañan, corregir lo que se hace mal, siempre y cuando se haga un buen diagnóstico, es mucho más fácil, sobre todo si el plantel también reconoce que las cosas no se hacen del todo bien.
“Leo” siempre lo dijo, a pesar de que los resultados eran positivos. El único partido que lo convenció realmente, y que no lo ganó, sino que lo empató, aunque después, en la definición desde los 12 pasos lo depositó en cuartos de final de la Copa Argentina, fue el que disputó contra Estudiantes en la cancha de Arsenal; además de lo bueno que hizo frente a Lanús, en La Fortaleza, cuando gracias a un excelente planteo táctico derrotó al Granate 1 a 0.
Pero parece que llegó un sinceramiento entre lo futbolístico y lo numérico. Porque vino Belgrano al 15 de Abril y se llevó un triunfo, quizás más legítimo que justo, pero que no tuvo ningún atenuante como para mitigar la derrota. Encima el equipo debió viajar a Mendoza para medirse con Godoy Cruz, y le sucedió algo muy parecido.
Y si se revisan los números se llega a una conclusión lógica y terminante: cuando a Unión le convierten dos goles, pierde, le pasó con el Pirata y con el Tomba. ¿La razón?, le cuesta muchísimo generar situaciones de gol, y si bien defensivamente está fuerte, no fueron responsabilidad de la última línea las dos caídas consecutivas.
Será fundamental aprovechar los días que le brinda al cuerpo técnico tatengue el receso por las fechas de Eliminatorias Sudamericanas hacia el Mundial Rusia 2018. Madelón está conociendo a muchos de sus dirigidos; muchos de sus dirigidos están conociendo a Madelón, pero es fácil afirmar que el técnico ya realizó el diagnóstico mencionado anteriormente.
Por eso es lógico que el entrenador piense en corregir las falencias desde el punto de vista colectivo, porque mediante sus conocimientos se habrá dado cuenta de que no tiene en su plantel al jugador que marque la diferencia. Además, a pesar de que se espera mucho más de varios jugadores, se sabe que la plantilla rojiblanca actual es inferior en cuanto a capacidad individual, que la de la temporada anterior. Se han ido muchos futbolistas a los cuales no se los ha podido reemplazar, eso es tan claro como que si ante Quilmes no se logra una victoria, las dudas comenzarán a asomar seriamente en el mundo tatengue.
La solución sólo se podrá encontrar en Unión. Plantel, cuerpo técnico y dirigentes son los que deberán trabajar en estas casi dos semanas; y los hinchas, los sufridos e incondicionales hinchas, son los que seguramente bancarán al equipo desde el pitazo inicial frente al Cervecero en la próxima fecha, para que no suceda lo que últimamente viene repitiéndose: el miedo escénico al que hacía referencia primero Gabriel García Márquez, luego bien aprovechada la frase del escritor colombiano por Jorge Valdano.