Ignacio Andrés Amarillo
Lisandro Aristimuño es el protagonista elegido para el recital por el 97º aniversario de la UNL, con Infusión Kamachuí como soporte local. En exclusiva, el rionegrino le contó a El Litoral sobre su presente y sobre sus proyectos más inmediatos.
Ignacio Andrés Amarillo
La Universidad Nacional del Litoral cumple 97 años y lo celebrará con su clásico recital aniversario en la explanada del Rectorado. Será el jueves a partir de las 21, con Lisandro Aristimuño como número central, de la mano de Los Azules Turquesas. Además se sumará la banda santafesina Infusión Kamachuí, quienes abrirán la noche. La entrada, como siempre, será libre y gratuita.
Antes del desembarco del artista nacido en Viedma, El Litoral se contactó con él para adentrarse en sus proyectos actuales y futuros, y el camino personal que ha recorrido.
“Constelaciones”
—Después de aquel primer show en solitario en el extinto Living 33, impulsado por Florencia Russo (que trabaja en producción de la UNL), llegó el primer show en el Foro, el Paraninfo, y ahora ya saltás a la Explanada.
—Así es...el camino de la independencia y la autogestión se hace subiendo escalón por escalón, y vas viviendo cada etapa, es algo muy valioso porque no llegás de un día para el otro, y aprendes a valorar cada momento como único.
—Ariel Polenta (tecladista de Ana Prada) nos contó en su último paso que estaba bastante avanzado el tema de un nuevo disco, en el que después supimos que participan Javier Malosetti, Sergio Verdinelli y Nicolás Bereciartúa. ¿Hacia dónde va ese nuevo material y cómo fue hacerlo?
—Hacer un disco es una de las cosas que más me gusta de mi oficio, es el lugar en donde volcás tus ideas y vivencias. Este nuevo disco se llama “Constelaciones” y lo grabé en vivo en el estudio, tenía ganas de recrear un clima espontáneo y directo.
Además tiene la particularidad de que es la primera vez que grabo con otros músicos y con un coproductor, porque estaba buscando un audio diferente, otros relieves y sonoridades.
—¿Lo vas a presentar junto a Los Azules Turquesas, o la idea es reformular la banda?
—La gira de “Constelaciones” será en 2017 y con mi banda de siempre.
Los otros
—En “En concierto” registraste las versiones de tus canciones tal como están sonando en la actualidad. ¿Qué sentís cuando las comparás con las originales de los discos?
—No podría compararlas con las originales porque considero que son muy diferentes en tiempos y circunstancias de registro. Me gustan ambas cosas, aunque al oír el material en vivo me doy cuenta lo fundamental del público que me viene a ver, ellos son parte de la escenografía sonora en mis shows, y por supuesto esto hace que las canciones del álbum “En concierto” tengan una sonoridad mas sanguínea y carnal.
—¿Cómo fue la gira “HermanoHormiga” junto a Raly Barrionuevo?
—Fue algo inolvidable, en donde aprendí muchísimo, compartí, intercambié y crecí humana y musicalmente. Una experiencia maravillosa que espero repetir en algún momento.
—¿De qué manera vive un solista la necesidad del encuentro con otros?
—En mi caso me encanta intercambiar y aprender del otro, creo que cada músico es un mundo, una vida, una historia y todo eso nutre mis canciones y mi persona.
—¿Cómo fue el camino para hacer “Mundo anfibio” después de la monumentalidad de “Las crónicas del viento”?
—“Mundo anfibio” tuvo muchísima conexión con el nacimiento de mi hija, Azul. Nacieron juntos y es un viaje que tiene que ver con nuestro primer hábitat. Considero que todos los discos son como cadenas que se entrelazan y, si no existiera el primero, no existiría el último que hice. Es muy difícil para mí elegir uno, cada uno tiene su estética y personalidad.
—Uno de los reconocimientos que más está creciendo es el hecho de que tus canciones son interpretadas por artistas tan diversos como Liliana Herrero, Catupecu Machu o Elena Roger. ¿Cómo vive el compositor escuchar sus obras en la voz y el arreglo de otro?
—Me encanta, me produce mucha felicidad oír las versiones de mis canciones por artistas que admiro. Un regalo más de la música.
Al costado
—Vas a compartir escenario con Infusión Kamachuí, una de tus últimas recomendaciones de Música Sin Fines de Lucro (MSFL). ¿Cómo surgió esa iniciativa, y cómo creció la recepción del material?
—Me llegaban muchísimos demos, discos y canciones que me enviaban o me daban al terminar los conciertos de distintos lugares y me pareció bueno que no queden solo en mi hogar. Ahí se me ocurrió la idea de armar estas listas todos los meses a las que llamé MSFL (Música Sin Fines de Lucro) y que sean escuchadas por más personas desde mi web (www.lisandroaristi.com/msfl).
Y la verdad es que es un espacio que cuido y me llena de felicidad hacer. Cada vez llegan más canciones de diferentes partes de nuestro país y más de un músico o banda me escribe para contarme que lo ayudó para su difusión y shows.
—Sacaste tu primer disco en 2004, después de que las discográficas se entregaran a iTunes en los países centrales y retrocedieran en el resto; y siempre fuiste un referente de autogestión en todos los aspectos de la creación musical. ¿Sentís que tiene límites ese camino independiente?
—No, la verdad que no lo siento con límites. Quizá es más laborioso, pero a la larga te llena de orgullo, felicidad y amor. Y llegar a lugares de este modo con tus canciones es mucho más reconfortante, porque podés elegir qué es lo que tenés ganas de hacer, desde la tapa de un disco, cantidad de temas, cuándo grabar, dónde tocar, festivales, etc.