Danilo Chiapello
Uno de los hechos ocurrió en barrio Sargento Cabral. El otro en pleno centro. No hay detenidos.
Danilo Chiapello
Dejar la casa sola se está convirtiendo en una pesadilla. Puede ser por algunos días o sólo por unas horas. Da lo mismo. Para los ladrones un inmueble sin ocupantes siempre fue y será un “bocado” irresistible.
Ayer a la mañana, Marta (70) salió de su casa de calle Necochea al 5600 para ir hasta un supermercado de barrio Sargento Cabral. Eran cerca de las 10.30 y la mañana de pleno sol se presentaba ideal como para caminar unas cuadras.
La mujer hizo sus compras con absoluta normalidad, aunque ignorando que una muy desagradable “sorpresa” la estaba esperando a su regreso.
Apenas ingresó Marta, observó que su vivienda estaba en completo desorden. No necesitó que nadie le explique lo que había acontecido.
“Mi dormitorio estaba todo revuelto, con la ropa tirada por el suelo y algunos cajones del ropero”, dijo hoy la mujer en diálogo con El Litoral. “Creo que cuando llegué los desconocidos estaban todavía adentro. Pero al escuchar la puerta se dieron a la fuga”, agregó.
Según se cree, los delincuentes llegaron hasta el vivienda asaltada caminando previamente por los techos. “Saltaron un tapial hasta que llegaron al patio de mi casa. Una vez allí, violentaron una puerta que les permitió el acceso a la propiedad”, opinó Marta.
Junto a Marta estaba su hija Daniela (30), quien expresó que “dentro de todo fue un robo con suerte. En primer lugar, porque ella no estaba y segundo porque se llevaron relativamente poco. Sólo un teléfono celular y algo de dinero”.
Más adelante, las mujeres confesaron que viven con miedo. Marta ya es el segundo robo que sufre en poco tiempo. “La vez anterior me tiraron al suelo y me revolcaron para sacarme la cartera. Todos los vecinos estamos asustados”, dijo.
Respecto de la situación del barrio, las mujeres apuntaron que “es preocupante porque hay muchos robos. Nosotros no quisimos hacer la denuncia, porque no queríamos que desconocidos entren a la casa. Ustedes comprenderán, pero en estos tiempos se desconfía de todo el mundo. Los hechos delictivos son constantes, incluso por Gral. Paz o Salvador del Carril... Los negocios sufren mucho esto.
“Yo ahora le dije: tranquila mamá. Vamos a comprar una alarma y a poner luces, porque esto de noche es una ‘boca de lobo’. Y hay mucha gente mayor viviendo en este barrio”, cerraron.
En el centro
Otro hecho similar se produjo en un departamento interno ubicado en Crespo al 2800, en plena zona céntrica.
Del hecho se supo cuando unos vecinos arribaron al lugar y advirtieron que la puerta de ingreso a uno de los departamentos estaba entreabierta. El llamado a la policía no se hizo esperar.
Los uniformados constataron que en dicho inmueble estaba todo revuelto y que faltaban algunas pertenencias.