"La fe no es superpoder para los problemas de la vida"

El Litoral

Télam

En su primera misa en Azerbaiyán, donde llegó este domingo para una visita de 10 horas, el papa Francisco aseguró hoy que la fe no es "un superpoder que sirve para resolver los problemas de la vida".

“La fe, que es un don de Dios y hay que pedirla siempre, también requiere que nosotros la cultivemos”, aseguró durante la misa en la Iglesia de la Santa Inmaculada de Bakú, donde hoy culminará la segunda parte de su gira por el Cáucaso con la que viernes y sábado visitó Georgia.

La fe “no es una fuerza mágica que baja del cielo, no es una dote que se recibe de una vez para siempre, ni tampoco un superpoder que sirve para resolver los problemas de la vida”, agregó el Pontífice, quien llegó al país de mayoría musulmana con el lema “Somos todos hermanos”.

Acompañado por Télam y medios de todo el mundo a bordo del avión papal, el Pontífice dejó Georgia esta madrugada para llegar a un país en el que entre chiítas y sunitas alcanzan el 96% de la población, y donde de hecho sólo hay 570 católicos en todo su territorio.

Durante una visita cargada de actividades y concentrada en la capital de un país con menos de un cuarto de siglo de historia, Francisco dará un impulso interreligioso al sentido ecuménico que tuvo su paso por Georgia con el encuentro que tendrá al finalizar el día con líderes musulmanes y judíos.

La Iglesia de la Santa Inmaculada es de hecho la única Iglesia católica en Azerbaiyán, gestionada por los salesianos, que llegaron la ex república soviética en 2000 y constituyen hoy en día todo el clero del país, con seis sacerdotes, tres hermanos y un joven azero en camino a convertirse en diácono.

Ya visitada por Juan Pablo II en 2002, la Iglesia hospedará luego el encuentro, con almuerzo incluido, que el Pontífice tendrá con los salesianos.

"También los creyentes sufren tentaciones que alejan del estilo de servicio y terminan por hacer la vida inservible”, agregó durante su homilía en Bakú, donde se espera que por la tarde continúe con su “mensaje de paz para la región”, en referencia a los conflictos que castigan al Cáucaso.

Dentro de las tentaciones de los creyentes, Francisco incluyó "dejar que el corazón se vuelva tibio” porque así "se encierra en una vida perezosa y sofoca el fuego del amor” que lleva a ”conformarse con una vida mediocre”.

"Así su vida pierde sabor: es como un té que era muy bueno, pero que al enfriarse ya no se puede beber”, agregó en relación a los "tibios”.

La otra tentación sobre la que alertó el Papa fue la de ser "demasiado activos”, o sea "pensar como dueños, de trabajar sólo para ganar prestigio y llegar a ser alguien”.

"Entonces, el servicio se convierte en un medio y no en un fin, porque el fin es ahora el prestigio, después vendrá el poder, el querer ser grandes”, lamentó.

Tras la misa y el encuentro con los salesianos, el Papa será recibido por el Presidente de Azerbaiyán en Ilham Aliyev en el palacio presidencial, antigua sede del Comité Comunista de la ex república soviética.

Con la visita a Azerbaiyán el Papa cerrará la segunda etapa de su viaje al Cáucaso, que había iniciado con un paso de tres días por Armenia en junio.

La región de las tres ex repúblicas de la URSS presenta una serie de conflictos entre sus países, en especial entre Armenia y Azerbaiyán por el enclave de Nagorno Kabaraj y entre Georgia y Rusia por los territorios de Osetia del Sur y Abjasia, que han originado miles de desplazados.