Como el impuesto es coparticipable, Macri usará a los gobernadores para contener la previsible embestida gremial, que reclamará más. Otro desafío al esquema de gobernabilidad “por consenso” en el Legislativo.
De la redacción de El Litoral
DyN/Télam
El ministro de Hacienda y Finanzas Públicas, Alfonso Prat-Gay, confirmó ayer que el gobierno presentará “antes de fin de mes un proyecto de modificación del Impuesto a las Ganancias”.
“Vamos a ir modificando la escala de manera gradual, porque no tenemos recursos para hacerlo en un año o dos años”, expresó el ministro en la presentación del proyecto en el Salón Delia Parodi del Congreso, en el marco de la iniciativa para el Presupuesto para 2017.
El jefe de la cartera económica indicó que el Poder Ejecutivo está dialogando con los gobernadores para hacerlo en forma consensuada, ya que al ser un impuesto coparticipable una baja en su recaudación impactaría en las finanzas provinciales. Prat-Gay señaló que la actual escala, que va del 9 % al 35 %, serán modificadas por una nueva, con niveles del 4 % al 40 %, de manera que el mayor peso de la carga recaiga en los salarios más elevados.
De acuerdo con lo señalado por Prat-Gay se procurará que las alícuotas superiores se apliquen sobre los salarios de más de 80.000 pesos mensuales. En la actualidad, debido a la falta de actualización de las escalas, un empleado con ingresos de 31.000 pesos mensuales ya es alcanzado por el nivel superior de la escala (35 %), el mismo que rige para los ingresos más elevados.
El presidente Mauricio Macri elevó en marzo de este año el mínimo no imponible a 30.000 pesos y desde entonces viene diciendo que las escalas serán modificadas por una ley del Congreso, que si bien se aprobaría en el presente año comenzará a regir a partir del 1º de enero de 2017.
Es probable que el gobierno haya arrancado con un borrador que ofrece poco para poder negociar en un parlamento en el que Cambiemos necesita consenso. Pero la resistencia “peronista” en sus diversas formas podría derivar en ningún beneficio a los asalariados, y ese punto de palanca será usado por la Casa Rosada para poner límites al esfuerzo fiscal.
La oferta inicial es que el mínimo no imponible suba entre 15 y 17 % (equivalente a la pauta de paritarias e inflación del próximo año) en tanto que la modificación de las escalas sería con un plazo de 3 años.
Las alícuotas iniciales bajarían del 9 % al 4 %, lo que recortaría a la mitad la imposición sobre los salarios más bajos y mejoraría ingresos de bolsillos por fuera de la paritaria. Las alícuotas subirían del 35 % al 40 %, lo que plantea una progresividad real en la imposición.
22 mil millones de pesos es el costo fiscal del cambio en Ganancias para 2017.
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