Luciano Andreychuk
El 12 de agosto los inquilinos fueron evacuados por “riesgo de derrumbe”. El municipio encargó un estudio técnico a la UTN. En paralelo, la constructora encargó otro -privado- que estará listo estos días.
Luciano Andreychuk
Twitter: @landreychuk
La madrugada del viernes 12 de agosto, el inquilino de uno de los departamentos del edificio ubicado en Luciano Molinas 1463 -entre Mitre y Lavalle, pleno Candioti norte- se despertó por casualidad. Y, también de casualidad, vio que se habían “reventado” varias cerámicas del piso de su living. Preocupado, dio aviso a las autoridades y en cuestión de horas los 16 departamentos de los cuatro pisos fueron desalojados.
Los moradores fueron sacados a los apurones por personal de Bomberos y de la Municipalidad. Quedaron parados sobre la vereda, sin entender bien del todo qué pasaba, con sus pertenencias adentro de los departamentos. Algunos ni siquiera alcanzaron a sacar sus celulares o billeteras. Ocurrió que intervino la Secretaría de Planeamiento y dispuso un desalojo preventivo e inmediato: el edificio corría “riesgo de derrumbe”, se dijo.
Pero la evacuación “preventiva” pasó a ser “permanente”. Es que hace casi un mes (27 días) que el edificio sigue clausurado, y los locatarios (varios de ellos con familias) no pueden retornar a los departamentos por los cuales han pagado los respectivos alquileres de agosto.
¿Y los inquilinos?
Al momento del desalojo los 16 departamentos estaban ocupados. A algunos inquilinos, las inmobiliarias a través de las cuales había alquilado les costearon los gastos y los derivaron a otros departamentos disponibles, en forma eventual.
Los moradores que habían alquilado en forma particular recibieron una “compensación” o “indemnización” de los dueños de los inmuebles: concretamente, la devolución de una parte del alquiler de agosto. ¿Adónde están viviendo temporalmente? Adonde pueden.
El Litoral se comunicó con la administración del edificio. Desde allí se informó que la empresa constructora (Zanon Construcciones, con sede la ciudad) encargó un estudio técnico privado que estará listo “en estos días, mañana o pasado”. El edificio presenta rajaduras en algunas paredes perimetrales, además de cerámicos en pisos que “reventaron”.
Pero a su vez, la Municipalidad -además de poner a disposición a personal del Cobem y de la Guardia de Seguridad Institucional (GSI) en el lugar, y solicitar el corte de los servicios de luz, agua y gas en el edificio-, le encargó un estudio al Cecovi, que depende de la UTN local, y cuyo costo pagará el municipio.
Este medio supo que la facultad regional está lista para empezar el estudio técnico. Aceptó los términos y condiciones de la Municipalidad, pero todavía los expertos no habrían empezado a hacer el trabajo. ¿Por qué? Porque no habrían podido ingresar al edificio para hacer las pericias técnicas.
Dos informes
La duda es si este estudio que deberá hacer la UTN será “vinculante” y se deberá esperar sus resultados. “Por un lado tenemos el informe técnico que la constructora encargó a un estudio de ingenieros privado, que costó 85 mil pesos que pagó la empresa y que está casi listo”.
Entonces habrá dos informes, “y no sabemos si tendremos que esperar lo que diga el estudio del Cecovi”, dijeron desde la administración. En concreto, no se sabe qué ocurrirá con los dos informes, el privado de la constructora y el de la UTN local: Si el primero dictamina que el edificio no tiene ningún peligro de derrumbe y es habitable, pero el otro no, ¿qué pasará?
“No sabemos si el informe del Cecovi será vinculante a los efectos de la nueva habilitación (para que los moradores retornen) y si deberemos esperar sus resultados”, dijeron. Desde allí también confirmaron que el edificio “no tiene el final de obra” que expide Edificaciones Privadas del gobierno local, aunque eso “no es impedimento para que no se puedan habitar los inmuebles”.
Actuación del municipio
En diálogo con El Litoral, el director de Gestión de Riesgo de la Municipalidad, Mauro Cosachov, descartó “en principio” un peligro de derrumbe. Nosotros queremos saber con precisión las condiciones de habitabilidad, para saber si la gente puede volver a su edificio. Estamos esperando los estudios”.
El funcionario advirtió que algunas de las paredes perimetrales “están rajadas”. Además, “los pisos se van levantado y había temor de que revienten algunos vidrios de las ventanas. Queremos saber qué dio origen a estas rajaduras y problemas en los pisos” . Pero para saber los pasos a seguir se necesitan los informes técnicos de la UTN.
¿Cuándo podrán volver a los inmuebles que han alquilado? Cosachov no tiene la respuesta a esta última pregunta. Tampoco la administración del edificio, ni siquiera la constructora y mucho menos los inquilinos. En ciernes dos informes distintos, todo indica que la historia de este edificio recién empieza. Y va para rato.
El testimonio
Una persona inquilina que fue desalojada y que había alquilado en forma particular -y que pidió reserva de nombre- contó su experiencia. Está viviendo en la casa de familiares, sigue haciendo su vida habitual (trabajando). “Yo no tuve problemas. Con el dueño tengo una muy buena relación: me devolvió parte del alquiler. pero si todo esto demora, tendré que buscar otro departamento donde vivir”, declaró a El Litoral.
“Si bien su situación no es tan compleja, esta persona aseguró que hay otros inquilinos de edificio que la están pasando mal. Que te saquen del lugar que alquilaste de un día para el otro y esperar un mes sin soluciones seguramente ha sido traumático”, opinó.